Aumentan las madres menores de 15 años en Brasil

El número de niños nacidos de madres menores de 15 años aumentó un 30% entre 1994 y 2005, según un reciente informe de Unicef, que destaca que el número de niños muertos antes de los cinco años cayó un 65% en Brasil en ese mismo periodo.

En 2005 nacieron 27.000 niños de madres que aún no habían cumplido los 15 años, frente a 18.000 en 1994. Eso, según datos oficiales, pues se supone que el número es superior, sin contar los abortos.

De cada 1.000 nacimientos en el país en 1994, 6,9 eran hijos de adolescentes menores de 15 años. En 2005, este indicador subió a 8,8. Según Unicef, es difícil explicar el aumento de la maternidad de adolescentes en Brasil, donde hay frecuentes campañas gubernamentales en favor del uso de preservativos, que se distribuyen gratis hasta en las escuelas. La meta del Gobierno es llegar a repartir 1.000 millones de condones gratis al año.

Una de esas niñas que fue madre poco antes de cumplir sus 15 abriles, explicó al diario Folha de São Paulo que "generalmente, su novio usaba el condón", pero a veces se olvidaba, porque no podía pensar que tan joven podría quedarse embarazada.

José Augusto Messias, miembro de la Academia de Medicina de Brasil y autor de una experiencia piloto de "medicina para adolescentes", trabaja en las favelas con adolescentes enfermos, a quienes, explica, hay que tratar de una forma especial, "pues ya no son niños, pero aún no son adultos".

Adolescentes sin futuro

Messias afirma que no es casualidad que la mayoría de las madres adolescentes pertenezcan al sector de población más pobre. Para este doctor, muchas de esas adolescentes, sin estímulos y sin futuro, anónimas en su pobreza, ven en la maternidad la única forma de figurar, de hacerse notar. Al ser madres, quienes las rodean se fijan en ellas. "Se sienten importantes", afirma Messias, catedrático de la Universidad de Río de Janeiro.

El problema, según Messias, no es que esas adolescentes sean madres tan jóvenes. La biología lo permite, señala el doctor, y en la antigüedad las mujeres eran madres en la adolescencia. El problema es que esas chicas viven en contextos muy pobres, a veces miserables, la maternidad les impide seguir estudiando y acaban sufriendo, al final, una doble exclusión social.