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Cómo escoger la noticia del año

Hay años en que no hay que acudir a instrucción alguna. En 2001, por ejemplo. También en 2004, sobre todo visto desde aquí. Y más atrás, en 1989, 1975, 1968 y tantos otros. Hay años rotundos, que nos ofrecen un acontecimiento nítido y compacto, que se impone naturalmente. A veces en el ámbito mundial, como fue la caída del Muro de Berlín. En otros casos en un ámbito más reducido, pero no menos meridiano: los atentados del 11 M en Madrid.

Este año no cuenta con un acontecimiento de este calibre. Como mínimo en el ámbito mundial. Las revueltas de los monjes de Birmania es lo más importante que ha sucedido para los birmanos y quizás se cuenta entre lo más determinante de Asia. No es el caso de Pakistán, donde cuentan mucho más sus manifestaciones de abogados contra Musharraf, el regreso del exilio de dos dirigentes históricos como Benazir Butto y de Nawaz Sharif y el cruento enfrentamiento entre el régimen y los grupos terroristas: a fin de cuentas ahí se está produciendo una crisis de país que tiene profundidad estratégica y afecta, incluso, a todo el planeta. Aunque seguro que para los coreanos, del Norte y del Sur, lo más importante ha ocurrido en su casa, donde a base de negociaciones se está consiguiendo parar el peligro nuclear. Y para los chinos, su noticia del año es la de todos los años: observar cómo crece y crece su economía y cuánto crece y crece: un 11 por ciento en 2007.

Pero no olvidemos a Irán, convertido en el protagonista de la actualidad diplomática e internacional durante todo el año, debido a sus centrifugadoras donde se fabrica combustible nuclear (como alguien que almacena gasolina en el garaje sin tener coche, ha aclarado Javier Solana con perspicacia). Ni a Irak, donde se ha producido el refuerzo de tropas norteamericanas (‘surge’), la victoria de las tribus sunitas sobre Al Qaeda, la retirada británica de Basora y una mejora generalizada del estado de las cosas, con menos atentados, menos violencia en general y un lento regreso de muchos exilados y emigrados.

Si seguimos desplazándonos más acá, todavía encontraremos más países con derecho a optar por sí mismos a la hora de fijar la noticia del año. Líbano, que no consigue elegir a su presidente y se ve obligado a mantener a una buena parte de sus diputados encerrados y vigilados en un hotel, para que no los asesinen antes de votar. Palestina, dividida en dos, desgobernada por todos los lados, aunque de nuevo en el carril de la negociación que se abrió en Anápolis. Israel, con un gobierno debilitado, pero comprometido también en el camino de la paz, a pesar de que la inercia de la guerra y de la ocupación de territorios sigue siendo la que todavía marca el paso de la región.

No terminan aquí las candidaturas. La Rusia de Putin la ofrece, por razones obvias: su poder inmenso, acrecentado por el gas y el petróleo; la victoria electoral tan sospechosa del partido putinista; el cubileteo del poder, que convertirá al presidente Putin en primer ministro del nuevo presidente Mvdevev y en patrón definitivo del Estado y de todos los grandes negocios. También la ofrece la Polonia que se ha sacado de encima a uno de los dos Kascinki. Y la Europa que sigue haciendo pequeños grandes pasos, como la ampliación de la libre circulación del Tratado de Schengen, además de lanzar el nuevo Tratado de Lisboa.

Si vamos a Africa también encontramos noticias del año a puñados. Desde Sudáfrica, donde está a punto de instalarse un peligroso populista en la cabeza del Gobierno. Hasta Darfur, donde siguen los enfrentamientos y las limpiezas étnicas. Pasando por Congo, donde la guerra mundial africana sigue cociéndose en un paisaje político y militar desolador, lleno de niños soldado, ataques a civiles y enfrentamientos étnicos. O por Zimbabue, la dictadura más desenfrenada y brutal del continente según consenso que no cesa de ampliarse.

O en América, que ve crecer una especie de internacional populista en el hemisferio sur, mientras en el norte sigue en la pendiente la Administración republicana. Para los argentinos será la elección de Cristina Kichner, como para los venezolanos la derrota de Chávez en el referéndum sobre la nueva Constitución, o para los cubanos la pervivencia del gran lagarto que no termina de morirse nunca y sigue escribiendo sus elucubraciones en Granma. Y ya dando la vuelta del todo tropezamos en Australia con otro amigo de Bush que se ha largado con la correspondiente patada electoral en el trasero: el conservador John Howard, que ha sido sustituido por el socialista liberal Kevin Rudd.

Muchas más han hecho méritos este año. La conferencia de Bali sobre el cambio climático, sin ir más lejos en el calendario. El fracaso de Doha, que propone un lector. O la elección de Felipe González al frente del Grupo de Reflexión sobre la Unión Europea, según el gusto de otro, que no voy a discutir: me parece importante el futuro de la UE y sobradamente autorizado González para proporcionarnos pistas que nos orienten. Otro quizás propondrá la elección de Sarkozy: seguro que es lo más importante que ha sucedido en Francia después de muchos años sin que sucediera nada; guste o disguste, que ésta es otra cuestión. Para los británicos será el relevo de Blair por Brown. Podríamos pensar también en que la noticia es que ahora Europa cuenta con dos líderes sólidos (Sarkozy y Merjel) en una compleja relación de emulación y cooperación.

No elegimos la noticia del año porque sea de nuestro agrado, a veces incluso puede ser por lo contrario. Yo he escogido una que no está entre las muchas y muy meritorias que ya he mencionado, y que de momento me guardo. Mi criterio de elección parte de la evaluación del peso del acontecimiento en el transcurrir del año, pero también de su función tanto para la explicación de nuestro presente como del futuro que nos acecha; que nos permita entender el año transcurrido y sea la flecha del que ahora empieza. Y que también sea, por supuesto, una noticia polémica, que se preste a la discusión. Intentaré contarlo en los próximos días, después de leer lo que los lectores tengan a bien proponer como noticia del año según su criterio.

Comentarios

perdonadme, estoy ante un ordenador franchutis, sin tildes. qué puede ser? Yo pienso que Afganistan, Pakistan, Iran, Libano, Palestina e Israel, Anapolis etc, son diferentes aspectos de un mismo problema, puede que del principal pero son interdependientes. Putin sera uno de nuestros problemas, si es que ya no lo es para Europa con sus reservas practicamente personales de energia y también para EEUU pero aun no, aun es un problema para los rusos y allegados. Africa, Africa si, puede ser una politica de desarrollo para Africa que permita disminuir los candidatos a subir en un cayuco. Pero NO, està apenas clareando. Sigo con Birmania porque con ella se muestra la ineficacia veleitaria del derecho de ingerencia favorito de Bernard Kouchner lo que también se constata en el Libano. Y ya que estamos la eleccion de Sarkozy ya no me parece tan relevante, me presenta màs incognitas la de Gordon Brown pero no le veo tampoco héroe de politica internacional. Ya està! : la reunion de Bali, con la integracion de EEUU y China, una esperanza, minima pero esperanza para el planeta. cuando lo diras?
La noticia del año es aquella que no se dio...
la noticia del ano? quesiera poder elegir el ano de la noticia! como se ha puesto el del 48 para la implantacion del estado de israel,el 2008 habria sido algo credible !al fin palestina libre!y si eligen el dia de los inoc entes todavia mejor!
la noticia del ano? quesiera poder elegir el ano de la noticia! como se ha puesto el del 48 para la implantacion del estado de israel,el 2008 habria sido algo credible !al fin palestina libre!y si eligen el dia de los inoc entes todavia mejor!
El ¡NONASO! al referendum del antropoide Chávez. He ahí la noticia con la que el pueblo Venezolano envío el mensaj a los "compañeros de viaje" alrededor del mundo, de que Venezuela, quiere Paz y DEMOCRACIA! -El preludio de la misma fue el disfrutar de la forma en que el Rey incordió a Chávez con el ¿Por qué no te callas? Sin duda fue el año de Venezuela y del Rey!
TONDIKE@MarcaRegistrada me has quitado la noticia del año era la que pensaba cuando te he leído... ¿Quién podía imaginar al Rey tratando de poner en su lugar a un impertinente que tiene sometidos y engañados a sus súbditos de Venezuela? Está claro que el Rey quiso decirle "Cállate que el otro está hablando" no lo he tomado como que el Rey censurara las idioteces (que todos conocemos) de Chávez sino que se estaba convirtiendo en diálogo de besugos. Y de paso señor Bassets ¡Feliz Navidad! y gracias por estar aquí también en esta fecha :-)
suspiro: Bueno, si ves el video una vez más, observa la cara del Rey. Entiendo lo que dices pero; tanto su actitud autoritativa al demandar a callar al aprendiz de tiranosauro a la Castro, más su semblante que denota desprecio en ese momento, los podemos conjugar como un lenguaje corporal, por ende, el que tampoco el Rey tenga una buena opinión del mandato personal de Cháve si viviera él en ese país como simple ciudadano. -Es mi parecer, no solamente que lo hiciera por el simple hecho de que no dejaba hablar a ZP, sino que demuestra un chispazo psicológicio de como en verdad, fuera de un momento que se escapa a la simulación diplómatica, lo hace sacar en toda su intensidad lo que siente Juan Carlos desde antes que se presentara la ocasión para demostrar su desprecio político por el sr.Chávez
esta noche me he despertado con esta idea : en el fondo lo mejor en política internacional es la aparición del blog de Lluís Bassets : Del alfiler al elefante ya sé que no será por modestia pero para mí definitivamente es lo mejor y muchas gracias por él. PS o que no me impedirá participar en el juego si sigue.

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