El dictador no tiene quien le defienda
El dictador uruguayo Gregorio Álvarez (en la imagen, ayer) ha pedido un defensor de oficio ante la retirada del juicio de sus abogados, Carlos Curbelo Tamaro y Pedro Montano, que alegan falta de garantías. Álvarez está siendo juzgado por desapariciones durante la dictadura, en los 70. Los letrados dijeron que su decisión se debe al "trámite que se está dando a estos procedimientos, que ha determinado la inexistencia del marco legal y constitucional, que ampara los principios del debido proceso legal y las garantías para la defensa". Álvarez, al quedarse sin abogados, pidió uno de oficio, y "si es comunista mucho mejor", dijo, en alusión al giro político registrado en Uruguay con la llegada al poder en 2005 del primer Gobierno de izquierdas, que preside Tabaré Vázquez.
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