La visita de Gaddafi a Francia levanta polémica sobre los derechos humanos

El líder libio, Muammar Gaddafi, ha comenzado hoy una visita a Francia marcada por los millonarios contratos en armamento y energía y las fuertes críticas por su comportamiento en materia de derechos humanos. El presidente francés, Nicolás Sarkozy, ha tenido que salir a defender la visita de Gaddafi, horas después de que su principal funcionaria en derechos humanos dijera que Francia no era un "felpudo" donde el líder libio podía limpiar la sangre de sus crímenes.

Gaddafi ha llegado hoy a París, en su primera visita al país desde 1973, y se ha reunido en el Palacio del Elíseo con Sarkozy, quien ha anunciado la firma de diferentes contratos en los sectores de defensa, transporte y energía con un valor estimado de 10.000 millones de euros.

La secretaria de Estado para los Derechos Humanos, Rama Yade, ha criticado la presencia de Gadafi justo el día que se celebra el Día Mundial de los Derechos Humanos, y ha afirmado que Francia debería exigir garantías en esta materia al concretar los acuerdos comerciales.

Sarkozy ha negado que haya traicionado el legado de derechos humanos francés al invitar a Gadafi, y ha afirmado que el asegurar lucrativos contratos para las empresas francesas no significa que está sacrificando su política de defensor de los derechos humanos.

Gaddafi, de 65 años y en el poder desde 1969, ha llegado rodeado de la controversia que le ha caracterizado durante décadas, aunque en 2003 empezó a cambiar la actitud de Occidente hacia él. Ese año Gaddafi anunció el desmantelamiento de sus programas secretos de armamento y después inició un proceso de indemnización a las víctimas de los atentados contra un avión estadounidense en 1988 (270 muertos) y otro francés en 1989 (170 muertos).

Ahora, Gaddafi ya dialoga con Occidente, algunos de cuyos países ven oportunidades comerciales en el Libia. Es también el caso de Francia, donde el argumento de la apertura de mercados no convence a muchos. Por esa razón, toda la oposición de izquierdas ha criticado al Gobierno conservador por justificar con contratos la presencia de Gaddafi, cuyo liderazgo en un país acusado de no respetar muchas libertades ha suscitado también duras palabras de organizaciones cívicas.

La novedad en este caso es que la visita ha originado incluso malestar entre los miembros del Gobierno, como el titular de Exteriores, Bernard Kouchner, partidario de "no olvidar el nombre de las víctimas que le fueron imputadas" a Gaddafi ni "sus sufrimientos".

Manifestaciones a favor y en contra

Al menos ochenta personas han sido detenidas durante una serie de manifestaciones no autorizadas de opositores y partidarios del líder libio. Las fuerzas del orden han arrestado a 54 manifestantes cerca del Palacio del Elíseo, donde Gaddafi se ha entrevistado con Sarkozy. Otras 26 personas han sido detenidas cerca de la céntrica plaza de Trocadero, según la Policía, que no precisó el número total de manifestantes durante estas marchas.

Durante su permanencia en París, hasta el próximo sábado, Francia y Libia firmarán los contratos económicos. Luego Gaddafi viajará a España para su primera visita oficial, en la que se reunirá con el rey Juan Carlos y con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.