El devastador ciclón Sidr deja más de 1.700 muertos en Bangladesh
El fenómeno provoca el desplazamiento de alrededor de tres millones de personas
Las autoridades de Bangladesh han elevado a 1.730 la cifra oficial de muertos al paso del ciclón Sidr. El ciclón, que ha arrastrado vientos de más de 250 kilómetros por hora y ha originado una crecida del mar de cinco metros que ha devastado varias localidades costeras, ha obligado a evacuar a más de 3 millones de personas hacia el interior del país desde la costa del sur, según la Cruz Roja.
Hay miles de heridos y por lo menos 300 desaparecidos en una de las mayores tragedias que han afectado al país surasiático, uno de los más pobres del mundo. La crecida del nivel del mar, de hasta cinco metros, ha destruido varias localidades, obligado a la evacuación de cientos de miles de personas y destruido las débiles construcciones de la zona.
Bangladesh es un país azotado habitualmente por los ciclones y, según los cálculos de los meteorólogos, en los últimos 125 años las costas han sido golpeadas por 80 grandes tormentas que han acabado con la vida de 2 millones de personas y han dejado sin casa a decenas de millones. En el país, 60 de sus 140 millones de habitantes viven en zonas a menos de 10 metros sobre el nivel del mar, por lo que una crecida como la que se produjo esta madrugada tiene consecuencias catastróficas.
A oscuras
El ciclón, de categoría 4 en la escala Saffir-Simpson, de cinco, ha dejado varias zonas incomunicadas, al arrancar árboles y tendidos eléctricos y telefónicos, por lo que aún no se tiene una completa información de la dimensión de la tragedia. "La cifra de muertos se eleva a medida que obtenemos información de los distritos afectados", ha declarado un responsable del Gobierno. "Es imposible describir el nivel de devastación que ha dejado el ciclón", decía un reportero a una cadena de televisión, informa Reuters.
El país se encuentra virtualmente a oscuras y los distritos más afectados, sobre todo en la línea costera, continúan sin suministro de agua potable, sistema de transporte o conexión telefónica, por lo que el balance de víctimas podría todavía aumentar.
"Hay áreas remotas e islas frente a la costa a las que los equipos de rescate todavía no han podido llegar", ha asegurado el secretario de Gestión de Desastres, Ayub Mian.
La mayoría de los muertos son personas que se refugiaron en sus pequeñas casas de bambú y hojalata, insuficientes para protegerlos de los fuertes vientos, aunque las autoridades continúan preocupadas por el destino de decenas de pequeñas embarcaciones que no han podido regresar a la costa.
El mal estado del mar ha impedido a un millar de pescadores regresar a puerto, según ha informado Elisabeth Byrs, portavoz de la oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA). "Se espera que haya daños importante. No obstante, la recogida de información sobre víctimas y daños todavía está en sus primeros pasos". Esta oficina, junto con la Cruz Roja y la Media Luna Roja, ha ofrecido la cifra de 3,2 millones de personas desplazadas ante la llegada del ciclón.
Las autoridades de Bangladesh han enviado cuatro helicópteros a la zona cargados de ayuda de emergencia, comida, medicinas y mantas. Además, el programa alimentario de la ONU, en su primer movimiento, ha empezado a distribuir 98 toneladas de galletas energéticas a las víctimas del ciclón. Un total de 116 equipos médicos de la Media Luna Roja están trabajando en el terreno en respuesta a la situación, y la responsable de la OCHA ha señalado que los principales requerimientos ahora son medicinas y plantas potabilizadoras de agua.
Una vez que ha entrado a tierra, el ciclón se ha debilitado y se ha convertido en tormenta tropical.
Ayuda española
La Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI) va a aportar inmediatamente 750.000 euros para alimentos y agua potable destinados a las víctimas del ciclón Sidr en Bangladesh, que ha causado ya más de 1.100 muertos.
Después de una reunión de coordinación con ONGs y comunidades autónomas, el secretario general de la AECI, Juan Pablo de la Iglesia, ha explicado a la prensa que hay una "primera aportación" de medio millón de euros para proveer de 1.600 toneladas de comida a 830.000 personas durante 15 días.
La contribución, a través del Programa Mundial de Alimentos, ya está siendo efectiva con la distribución de galletas energéticas y arroz.
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