Rumania asegura que las expulsiones de comunitarios de Italia fomentan un clima de "racismo"
El primer ministro, Calin Popescu Tariceanu, viajará mañana a Roma para hablar con las autoridades italianas del decreto adoptado la semana pasada
El primer ministro de Rumania, Calin Popescu Tariceanu, denunció hoy el comportamiento de algunos políticos de Italia que "han echado gasolina al fuego de racismo" tras la muerte de una mujer italiana presuntamente asesinada por un rumano.
En una entrevista en el diario Corriere della Sera, Tariceanu señaló que algunas declaraciones de olíticos "han echado más gasolina al fuego del racismo" contra los rumanos, "han creado una reacción también en Rumania, donde han insultado y amenazado a los italianos". Tariceanu viajará mañana a Roma para hablar con las autoridades italianas del decreto adoptado la semana pasada sobre las expulsiones de ciudadanos de la Unión Europea por motivos de seguridad, y que afecta sobre todo a rumanos.
El primer ministro rumano aseguró que ha nacido un clima anti-italiano en su país, sobre todo tras algunos actos como la paliza a tres rumanos por parte de un grupo de encapuchados o la protesta de un grupo de extrema derecha ante el consulado rumano en Roma. "En Italia haré un llamamiento a los medios de comunicación para que rebajen los tonos, y algunos políticos tendían que tener más cuidado con sus palabras", añadió, al referirse a los partidos de la oposición y de la extrema derecha.
El presidente del partido derechista Alianza Nacional, Gianfranco Fini, dijo que sería conveniente la expulsión de 250.000 rumanos, así como el ex presidente del Gobierno Silvio Berlusconi lanzó la hipótesis de cerrar las fronteras a los ciudadanos de este país. También mostró su "desilusión" por el comportamiento del alcalde de Roma, Walter Veltroni, "que ha extendido la responsabilidad de un horrible crimen a todo un pueblo".
Los flujos migratorios no se pueden detener
Ante el aumento en el país, y en particular en Roma, de los delitos por parte de rumanos, Tariceanu explicó que "el germen de los crímenes está en los campamentos inhumanos en los que viven, sin asistencia social". Y señaló que estas condiciones son responsabilidad "de las utoridades locales y ciudadanas".
"Sé que además de crímenes graves, existe el fenómeno de la explotación de menores y la prostitución (por parte de los rumanos), lo que aumenta la sensación de inseguridad pero yo en esto no puedo intervenir", agregó. Tariceanu comentó que Europa "tiene que entender que los flujos migratorios no se pueden detener" y que cada país tiene que "ser realista y responsable sobre este aspecto".
En Italia, la comunidad rumana es la más numerosa, con 556.000 personas, ante los 3,6 millones de extranjeros residentes en el país. Sobre el decreto de expulsión de ciudadanos de la UE, el gobernante explicó que petenderá "garantías" de que no se realizarán "abusos ontra ciudadanos rumanos".
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