Uruguay tiende puentes a Argentina

La empresa finlandesa Botnia ha cumplido con todos los requisitos técnicos para que su planta de celulosa comience a operar en Uruguay, pero la autorización final, dispuesta para ayer, ha sido postergada a petición de España y para buscar un acercamiento con Argentina que rechaza la instalación.

La Presidencia uruguaya convocó para ayer una conferencia de prensa del ministro de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (MVOTMA), Mariano Arana, para anunciar el final del proceso de análisis técnico y la autorización para que Botnia comenzara a producir celulosa.

Con las autoridades de la empresa ya instaladas en la sede del Ministerio y más de treinta periodistas, fotógrafos y cámaras aguardando el anuncio, Arana recibió una llamada telefónica del presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, que se encuentra en Estados Unidos, que le hizo cambiar los planes.

"Pedimos las excusas del caso, pero comprenderán, por lo que les voy a explicar a continuación, que el retraso estuvo justificado", señaló el ministro a modo de disculpa antes de comenzar su conferencia de prensa.

Poco después explicó que el presidente del Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, y el canciller español, Miguel Angel Moratinos, se comunicaron con Vázquez para solicitarle que se aplazara el permiso final a Botnia.

"Como un gesto de buena voluntad, y en atención a los esfuerzos que realizan las autoridades españolas en este tema, el presidente Vázquez entendió conveniente aceptar la solicitud", afirmó Arana, anuncio que desfiguró el rostro de Ronald Beare, gerente general de Botnia en Uruguay.

A petición de los Gobiernos argentino y uruguayo, el rey de España, Juan Carlos, actúa desde hace un año como "facilitador" en la búsqueda de una solución al conflicto, y designó al embajador de España en la ONU, Juan Antonio Yáñez Barnuevo, como su representante.

La directora de Medio Ambiente del MVOTMA, Alicia Torres, dijo que el representante del Rey convocó a una nueva reunión de diálogo entre representantes de ambos países, que tendrá lugar en Santiago de Chile antes de la Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado y de Gobierno que se celebrará en esa ciudad entre el 8 y el 9 de noviembre. El objetivo de postergar la habilitación final a Botnia "es para intentar facilitar el posible entendimiento", agregó Arana.

La planta de celulosa de Botnia se encuentra en la periferia de la ciudad uruguaya de Fray Bentos, capital del departamento de Río Negro, a unos 300 kilómetros al noroeste de Montevideo y a orillas del río Uruguay, límite natural con Argentina.

La inversión para su construcción, de 1.200 millones de dólares, es la mayor individual en la historia del país.

La planta es rechazada por las autoridades argentinas y grupos de vecinos de la provincia de Entre Ríos, con el argumento de que causará daños al medio ambiente de la región, lo que es negado por el Gobierno uruguayo y de la empresa.