Más desplazados que en el Katrina
Los devastadores incendios que arrasan California han obligado a evacuar a más personas que las inundaciones del huracán
Las cifras ya superan a las del huracán Katrina. Según los datos que manejan las autoridades y medios estadounidenses, los fuegos que arrasan California se han convertido en un desastre de peores dimensiones en cuanto al número de desplazados que las inundaciones provocadas por el Katrina.
Hasta el momento y a la espera de controlar los incendios, cerca de un millón de personas han tendido que abandonar sus hogares en el estado de California, mientras que en el año 2005 el número fue bastante más bajo en Nueva Orleáns y se llegaron a registrar un total de 480.000 evacuados, según apunta el periódico neoyorkino New York Times. Tan sólo en el condado de San Diego se han tenido que evacuar a más de medio millón de personas.
A pesar de las comparaciones, las peculiaridades demográficas de cada estado son muy diferentes. En Nueva Orleáns, la pobreza afectaba al 28% de los ciudadanos que sufrieron las consecuencias de las lluvias torrenciales, mientras que en California apenas un 9% vive en un nivel de pobreza. Los equipos de rescate también han querido señalar que las características de los hogares hay que tenerlas en cuenta para las labores de ayuda y recuperación de la zona. En la ciudad a orillas del Mississippi, el 27% de las casas no guardaban vehículos, pero en California las distancias son muy grandes y el coche es una necesidad para todo el mundo. Sólo un 9% de los hogares no tiene automóviles con ellos, y en algunos casos más de uno por casa. En este sentido, las cifras ya elevan a más de 1.200 las casas destruidas por el paso del fuego. El único dato alentador con respecto al pasado se encuentra en lo más importante: el número de muertos. No hay comparación posible cuando hace dos años murieron más de 1.500 personas y, hasta ahora, tan sólo dos personas han perdido la vida en esta cadena de incendios.
Para la Casa Blanca, los devastadores incendios se han convertido en un asunto de Estado, como lo pudo ser el huracán Katrina. El presidente, George W. Bush, interrumpió ayer un discurso sobre el terrorismo para hablar del desastre. Diferentes medios de comunicación estadounidenses han reconocido que, a diferencia de lo que sucedió en Nueva Orleáns, la Administración Bush ha tenido una respuesta rápida y se han movilizado. La Casa Blanca, escribe el New York Times, ha aprendido la lección. Bush ha estado en contacto permanente con el Gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, y ha respondido a su petición de ayuda decretando el estado de emergencia, cosa que no hizo con tanta prontitud en el año 2005 cuando las aguas inundaban Nueva Orleáns.
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