Bachelet descarta que Chile desarrolle energía nuclear a corto plazo

La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, afirmó ayer que no hay "ninguna posibilidad real" de que durante su Gobierno —y quizá tampoco en el próximo— se desarrolle la energía nuclear para hacer frente a la dependencia energética de Chile, dada la cantidad de tiempo que requieren los estudios previos, aunque ha ordenado el inicio de éstos para que en el futuro se resuelva si impulsarla o no. Con soltura y sentido del humor, Bachelet respondió sobre este y otros asuntos durante más de 90 minutos en la conferencia de prensa anual con los corresponsales extranjeros.

Bachelet reconoció que la "peor espina" de los 18 meses de Gobierno ha sido el Transantiago, la reorganización del transporte colectivo de la capital, que empeoró la condición de vida de los habitantes, "lo que me causa profundo dolor".

Un sondeo realizado en septiembre y conocido ayer dejó el apoyo a Bachelet en un 35,3% a nivel nacional y un 26,9% en Santiago, la cifra más baja de su Gobierno y muy lejos del techo del 62% de aprobación al que llegó poco después de asumir la presidencia. El Gobierno atribuye este resultado a los efectos del Transantiago y la empresa encuestadora a la violencia de las manifestaciones durante el aniversario del golpe militar de 1973.

Bachelet sostuvo que no gobierna mirando las encuestas y planteó que su Administración está avanzando en la construcción de un sistema de protección social para el 40% más pobre de la población. El pilar más importante será una reforma para aumentar y ampliar las pensiones, que ella espera comience a regir a partir de julio del próximo año.

Como Chile importa cerca del 70% de la energía que utiliza, Bachelet sostuvo que su política apunta a lograr una matriz energética diversificada y sin dependencia, junto con introducir una cultura de uso eficiente de la energía y subsidios para los más pobres. Para que el déficit de energía no frene el crecimiento, continuará el desarrollo hidroenergético con nuevas centrales, y se intensificará la energía no convencional, como la eólica y la geotérmica, abundantes en el país, así como la integración eléctrica con las naciones vecinas.

Respecto al impopular sistema de transporte capitalino, Transantiago, diseñado durante la Administración de Ricardo Lagos, la presidenta afirmó que su Gobierno trabaja para que pronto "sea un mal recuerdo".

Bachelet pidió consecuencia a la derecha con las promesas de sus candidatos presidenciales para que sus parlamentarios acepten permitir el voto a los chilenos en el exterior y reformar un sistema electoral excluyente de las minorías, dos proyectos de su Gobierno que estudia el Parlamento.

Frente las críticas por su liderazgo, sostuvo que éste se ve de formas distintas cuando lo ejercen las mujeres y los hombres. Antes de ser presidenta, recordó, alguna vez planteó una idea ante un grupo y recibió como respuesta miradas incrédulas. Pero después, un hombre tomaba la misma idea, "le ponía dos adornos más y le decían '¡genial!". Agregó que, como médico, "toda mi vida he tomado decisiones".

Admitió que en la sociedad existe insatisfacción con la economía, a pesar de que creció un 5,9% durante el primer semestre, mientras que el gasto social lo hará en un 11,3%

en 2008.

La atribuyó a un exceso de expectativas generadas por el aumento del precio del cobre, que ha engrosado las arcas fiscales, y también a que los medios de comunicación no reflejan la realidad, dando "una imagen que no es falsa, pero es parcial".