Merkel desoye a China y recibe al Dalai Lama
Las autoridades chinas habían advertido a la canciller alemana sobre un empeoramiento de las relaciones bilaterales si se producía dicha cita
La canciller alemana, Angela Merkel, ha recibido hoy al Dalai Lama, máximo representante religioso y cultural del Tíbet, desoyendo así las advertencias de las autoridades chinas sobre un empeoramiento de las relaciones bilaterales si se producía dicha cita.
La visita había sido declarada por el gobierno alemán de "intercambio privado de opiniones" como parte de la práctica habitual de Merkel de recibir a representantes de las diversas religiones. Sin embargo, aunque no hubo declaraciones en público, el hecho de recibir al Dalai Lama en la Cancillería fue para Pekín motivo suficiente para interpretarlo como una afrenta.
Pekín interpreta el hecho de que un jefe de gobierno alemán haya decidido por primera vez recibir al Dalai Lama como un apoyo indirecto a lo que considera aspiraciones secesionistas de Tíbet y, por ello, como una "intromisión en asuntos internos".
Dos días antes del encuentro, el vice-portavoz del gobierno alemán Thomas Steg aseguró que si bien Berlín apoyaba las aspiraciones del Dalai Lama hacia una mayor autonomía cultural y religiosa de Tibet, consideraba que cualquier solución pasa por un diálogo directo entre ambas partes. Por su parte, el portavoz de Exteriores, Martin Jäger, recalcó que para el gobierno alemán "está fuera de toda duda" que la "región autónoma del Tibet forma parte del estado chino". Ambos resaltaron la importancia que confiere el gobierno alemán a las relaciones con China, lo que se ha traducido ya en dos viajes de Merkel a ese país en los dos años que dirige el gobierno.
Sin embargo, Merkel se distingue de sus predecesores en que su lenguaje es más abierto, incluidas las críticas en público a la situación de los derechos humanos o a la piratería industrial.
"No conoce la China de hoy"
Entretanto, en China proliferaban los ataques verbales en los foros de Internet contra Merkel, donde, según la agencia de noticias alemana DPA, los calificativos que se podían leer estos días iban desde "bruja" hasta oprobios mayores o reproches como que "juega con el fuego" o "no conoce la China de hoy".
En Alemania, en cambio, su determinación ha cosechado alabanzas no sólo de correligionarios como el jefe del gobierno regional de Hesse, Roland Koch, amigo personal del Dalai Lama y quien le ha acompañado hoy a Berlín, sino también del jefe del principal partido de la oposición, el liberal Guido Westerwelle.
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