Al menos 20 muertos en un atentado en una zona militar de Pakistán

Al menos veinte personas han muerto y un número indeterminado han resultado heridas al estallar una bomba en un centro militar de alta seguridad en la zona de Tarbela Ghazi, cerca de Islamabad, según medios locales.

Según el canal privado paquistaní Geo TV, la explosión se produjo en la cantina de un centro militar del llamado comando Karar del Ejército de Pakistán cuando los soldados cenaban. Fuentes militares, que pidieron el anonimato, han declarado al canal que el ataque pudo ser perpetrado por un suicida, aunque el portavoz del Ejército, Waheed Arshad, ha informado que, por el momento, este extremo no se puede confirmar.

Arshad informó de la muerte de quince personas y de "varios" heridos, mientras una fuente de seguridad citada por Geo TV eleva a veinte la cifra de fallecidos. La zona afectada ha sido acordonada y los heridos han sido trasladados a diferentes hospitales de Islamabad, según el canal.

En el punto de mira de los extermistas

El comando Karar estuvo entre los efectivos militares que participaron el pasado julio en el asalto del Ejército a la Mezquita Roja de Islamabad, considerada un centro de radicales, en una operación que se cobró la vida de más de cien personas y provocó las iras de los extremistas en Pakistán.

Tarbela Ghazi se encuentra en la Provincia de la Frontera del Noroeste, escenario de una ola de ataques en las últimas semanas, el último hace dos días, cuando dieciséis personas murieron, entre ellas catorce civiles, en un atentado suicida en la ciudad de Dera Ismail Khan.

El agresor era un adolescente que hizo estallar los explosivos que llevaba consigo en una furgoneta de pasajeros a la que se subió cuando la Policía intentó detenerle.

El ataque de este jueves de Tarbela se produjo unas horas después de que en la ciudad de Karachi, en el sur de Pakistán, unos desconocidos abrieran fuego contra un autobús de pasajeros con el resultado de seis muertos y varios heridos, según fuentes policiales.

Por el momento se desconoce el motivo del tiroteo, aunque algunos estudiantes indicaron que cuatro de las víctimas eran miembros de un movimiento universitario islamista y que el crimen pudo haber sido perpetrado por una facción rival.