Paraguay declara el estado de emergencia nacional por una ola de incendios
Los fuegos han arrasado ya más de 100.000 hectáreas.- El Gobierno ha solicitado a ayuda a Argentina, Chile y Venezuela
El Gobierno paraguayo declaró ayer el estado de emergencia nacional ante los incendios forestales que en tres semanas arrasaron 100.000 hectáreas de bosques y cultivos en el noreste del país.
La medida, anunciada por el presidente del país, Nicanor Duarte, tras un acto realizado en una unidad castrense de Asunción, faculta al Gobierno a emplear recursos extraordinarios y a pedir ayuda a países u organismos internacionales.
Además, Duarte anunció a los periodistas la contratación de un avión cisterna ruso de gran capacidad, con un coste de un millón de dólares, para que durante una semana se sume a la tarea que por ahora realizan tres hidroaviones cedidos por Brasil.
La declaración de emergencia se produce el mismo día en que la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) anunció el envío de alrededor de un millar de policías y militares a la región más castigada por las llamas, el departamento de San Pedro (centro).
Ayuda internacional
El envío de ese contingente, además de maquinarias y equipos del Comando de Ingeniería de las Fuerzas Armadas y del Ministerio de Obras, que se sumarán a los bomberos que ya se encuentran en las zonas afectadas, fue ordenado por Duarte el martes por la noche durante una reunión de ministros en la que fue evaluado el impacto del siniestro, el de mayor magnitud en décadas.
Previamente, el gobernante solicitó a sus homólogos de Argentina (Néstor Kirchner), Chile (Michelle Bachellet) y Venezuela (Hugo Chávez).
Hasta ahora, el Gobierno había declarado el estado de emergencia en San Pedro y las provincias de Concepción (noreste) y Presidente Hayes (oeste). También se han registrado focos de incendio en una reserva boscosa del departamento de Guairá (centro-sur).
El fuego se ha propagado estos días a la reserva de Mbaracayú, en el departamento de Canindeyú, fronterizo con Brasil. Este parque, de 64.000 hectáreas, es uno de los remanentes del denominado Bosque Atlántico del Alto Paraná, que comprende además reservas naturales en el sur de Brasil y el norte de Argentina.
A los lugares de los incendios también se han trasladado varios fiscales para investigar las denuncias de que muchos de los focos son provocados por los propietarios de las haciendas, en una práctica muy arraigada en Paraguay para mejorar el rendimiento de los suelos.
"Necesitamos al menos 20 aviones [cisterna] y mi temor es que las llamas lleguen a los asentamientos y ya no serán solamente vacas y campos los que estarán en peligro", advirtió ayer el presidente de la Asociación Rural del Paraguay, Alberto Soljancic.
El empresario criticó duramente al Gobierno, al afirmar que, si se hubiera reaccionado a tiempo, el fenómeno no habría causado tantos daños ecológicos y económicos, ni devastado bosques, cultivos y decenas de viviendas rurales.
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