Protestas en Bolivia por el control de los mercados de coca
Los cocaleros y los productores se enfrentan en La Paz y se acusan mutuamente de ser narcotraficantes
Productores de coca y los comercializadores de la planta se han enfrentado en Bolivia por el control de los mercados de la hoja. Los cocaleros, afines al presidente Evo Morales, han lanzado petardos al aire y han gritado desafíos e insultos a los productores. Ambos bandos se han lanzado reproches y acusaciones de ser narcotraficantes.
Los conflictos comenzaron hace dos semanas en el seno del gobierno, cuando la ministra de Agricultura, Susana Rivero, anuló una resolución del viceministro de la Coca, Gerónimo Meneses, que permitía a los productores vender la hoja fuera de los mercados legales, monopolizados hasta entonces por los vendedores minoristas.
La discrepancia se trasladó a las calles entre los productores, defensores de Meneses, que exigen la dimisión de la ministra, y los comercializadores, quienes, a su vez, la defienden y piden la renuncia del viceministro.
En un intento por evitar que se desate la violencia y conseguir una salida negociada, la ministra Rivero ha mantenido una reunión con representantes de los dos bandos enfrentados.
Un representante de los comercializadores, Dionisio Condori, señaló que estaban esperando los resultados de esa reunión, porque si no era "satisfactoria" iniciarán "siete bloqueos de carreteras".
Además, para Condori, los que se manifestaban contra su gremio en La Paz eran "masistas" (partidarios de Evo Morales) y no "verdaderos productores", pues estos "están en su chaco" (huerta cocalera).
Por su parte, José Cuyuña, dirigente de los productores, aseguró que estaban en La Paz para "acabar con los 'chupasangres' de la coca", en referencia a los comercializadores.
Cuyuña defendió a Meneses señalando que es un "auténtico cocalero" que "sabe cómo plantar la coca".
El gobierno de Morales promueve la despenalización de la coca al reivindicar sus valores culturales, tradicionales y medicinales, aunque la planta también es desviada para la fabricación de cocaína.
Morales, quien es aún presidente de las federaciones de cultivadores de coca del centro del país, anunció este año su intención de elevar los cultivos de esta hoja permitidos en Bolivia, de 12.000 a 20.000 hectáreas.
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