La UE impulsa hoy la reforma del Tratado

Los ministros de Exteriores de la Unión Europea celebran a partir del mediodía de hoy la Conferencia Intergubernamental (CIG) que debe redactar el nuevo Tratado acordado por los Veintisiete en sustitución de la fracasada Constitución europea. El ministro portugués Luis Amado, que presidirá el acto en Bruselas, se ha mostrado confiado en que la UE tendrá "un nuevo tratado a finales de año".

En declaraciones a los medios a su llegada a la sede del Consejo de la UE, Amado ha anunciado que hará un llamamiento a todos sus colegas para que muestren a lo largo de la Conferencia "un compromiso leal y de buena fe" con el pacto alcanzado en junio.

En principio, la Conferencia debería limitarse, de aquí a octubre, a poner por escrito los acuerdos políticos alcanzados en la cumbre de junio por los jefes de Estado o Gobierno sobre los contenidos del futuro Tratado de reforma. Dichos acuerdos, contenidos en un mandato de negociación para la CIG muy preciso, recogen según los expertos un 90% del Tratado constitucional que fue rechazado en Francia y Holanda en 2005. Polonia, sin embargo, ha cuestionado un elemento esencial de aquel compromiso como es el sistema de votación.

Para la apertura de esta cita que se celebra al margen del primer Consejo de Asuntos Generales y Relaciones Exteriores bajo presidencia portuguesa, se ha previsto un acto de presentación de apenas media hora. Simultáneamente, la presidencia colgará en la página web oficial de la CIG el primer borrador completo del Tratado de Reforma, que ha redactado siguiendo las precisas indicaciones contenidas en el mandato de junio.

Después de aquel acuerdo, el Gobierno polaco cuestionó la interpretación hecha del llamado mecanismo de Ioannina, uno de los elementos clave introducidos a última hora para tranquilizar a Varsovia sobre el nuevo sistema de voto basado en la doble mayoría.

Dificultades con Polonia

Según las autoridades polacas, el compromiso fue que dicho mecanismo permitiría a un país opuesto a una determinada decisión del Consejo de Ministros paralizarla durante dos años, bajo determinadas condiciones. El resto de los socios considera "impensable" esa interpretación, dado que en su forma actual el compromiso de Ioannina estipula que la suspensión tendrá efecto sólo durante "un período razonable", lo que puede equivaler a varios meses, pero nunca a varios años.

Un signo de que la presidencia confía en superar la dificultad polaca con Ioannina es que sólo ha programado trabajos de redacción del texto a nivel técnico y no político, en contra de lo que se suponía.

El martes se reunirá el grupo de juristas de la CIG, pero los representantes personales de los ministros a un nivel equivalente al de Secretario de Estado sólo intervendrán más adelante "si fuera necesario". Los ministros de Asuntos Exteriores no volverán a ocuparse de la CIG hasta la vuelta de las vacaciones, con ocasión de la reunión informal (Gymnich) que celebrarán los días 7 y 8 de septiembre, en Viana do Castelo (Portugal).