Alberto Fujimori se proclama 'el último samurái' y promete morir por Japón
El ex presidente peruano, arrestado en su domicilio de Chile, se presenta en las listas del Nuevo Partido de los Ciudadanos
El ex presidente peruano Alberto Fujimori ha iniciado hoy su carrera hacia el Senado nipón con una enérgica campaña en la que se autoproclama "El último samurái", en la que promete acabar con la amenaza de Corea del Norte y asegura estar dispuesto a dar su vida por Japón.
El ex líder peruano, que concurre a las elecciones de la Cámara alta japonesa del 29 de julio como candidato del Nuevo Partido de los Ciudadanos, se dirige a los electores a través de un mensaje grabado en un lujoso rancho chileno, en el que muestra una sonrisa permanente y un japonés con acento extranjero.
El vídeo de Fujimori, disponible en el sitio web de su campaña electoral, ha sido emitido en una pantalla gigante situada en el barrio tokiota de Shinjuku, alma de la capital nipona y nudo de comunicaciones por el que pasan diariamente millones de personas. Su discurso, con tintes presidencialistas, está dirigido especialmente a los japoneses de más edad y a las poblaciones rurales, amantes de las antiguas tradiciones niponas. Así, Fujimori se despide apelando al Japón de "nuestros padres y madres" y afirmando que "estoy dispuesto a dar mi vida por el país de los samuráis".
De hecho, él ex mandatario aparece en sus carteles electorales vestido con un chaleco antibalas y con el lema "El último samurái", una proclama de su implicación con el mantenimiento de las tradiciones, al tiempo que una referencia a la película épica de Hollywood del mismo nombre protagonizada por Tom Cruise.
El político, que según la distribuidora Warner Bross en Tokio no pidió permiso para hacer uso del título como eslogan electoral, reside actualmente en Chile y es reclamado por la justicia peruana por dos delitos de violación de los derechos humanos y diez de corrupción. El fallo de los tribunales chilenos, sin embargo, exculpó a Fujimori de los cargos que le imputa el Estado peruano, que apelará la sentencia.
Fujimori: ¿Ninja o samurái?
A pesar de que Fujimori continúa bajo arresto domiciliario en Chile, quiere participar activamente en la campaña electoral a la Cámara alta japonesa, en la que están en juego 121 escaños de los 242 que forman esta institución. Para conseguir su objetivo desde la distancia, el ex mandatario peruano abogó por su experiencia como presidente para ganarse la confianza de los japoneses y se mostró seguro de poder acabar con la amenaza norcoreana. "El problema con Corea del Norte lo solucionaré sin falta, sacaré a los secuestrados (por el régimen comunista entre los años 70 y 80 para enseñar japonés a los espías del país) y pondré fin a la amenaza de una Corea nuclear", afirma Fujimori en su mensaje.
Al mismo tiempo, señaló que Japón se está volviendo cada vez más inseguro e invocó sus "buenos resultados contra el terrorismo en Perú" como argumento para construir "un país en el que se pueda vivir sin preocupación". Otro de los pilares de su campaña es la rehabilitación de las zonas rurales que ve estancadas y con paro, ante lo que propone "reactivar el país a partir de estas regiones".
La aparición de Fujimori en la escena política nipona es vista con cierto escepticismo por los medios de comunicación del país, que consideran que el caballo de batalla de estos comicios son los problemas en el registro de las pensiones que afectan a cincuenta millones de japoneses, así como atraer el voto joven.
El diario nipón Mainichi Shimbun dedicó una columna a Fujimori firmada por Akio Fujiwara, en la que califica al ex líder peruano de "ninja" en vez de samurái, "por las estrategias secretas y sorprendentes que tiene para vivir". Fujiwara acusa a Fujimori de ser "algunas veces peruano, en otras japonés, o los dos juntos" y se pregunta si el político usará "otra técnica de ninja" para escaparse de su reclusión en Chile, si logra un asiento en el Senado nipón.
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