Venezuela deporta a un jefe de los paramilitares y 'narcos' colombianos

Venezuela deportó ayer a Colombia a Jerson Álvarez Dueñas, al que identificó como comandante del frente paramilitar ultraderechista Águilas Negras de ese país y jefe de carteles internacionales de la droga y el secuestro. Por otra parte, el presidente colombiano, Álvaro Uribe, tendrá que declarar en la investigación judicial por los presuntos vínculos de funcionarios y políticos con los grupos paramilitares.

Sin revelar cuándo fue detenido ni en qué circunstancias, el ministro del Interior de Venezuela, Pedro Carreño, declaró a los periodistas que Álvarez Dueñas "habitaba en San Carlos, Estado de Cojedes [noroeste], donde utilizaba haciendas para almacenamiento de drogas que luego enviaba a Europa y a Norteamérica".

El deportado, requerido por la policía internacional de Interpol, dirigía bandas de narcotraficantes y otros grupos dedicados a la extorsión y al secuestro. Carreño destacó, además, que Álvarez Dueñas recientemente "quedó como comandante del Frente Paramilitar Águilas Negras a raíz de la detención de Jorge 40, alias de Rodrigo Tovar, líder de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), de extrema derecha.

Las Águilas Negras son uno de los grupos armados ilegales que emergieron tras la desmovilización masiva de los escuadrones paramilitares en cumplimiento del proceso de paz acordado con el Gobierno de Colombia.

Venezuela acusa a Tovar de planificar un complot contra el presidente de ese país, Hugo Chávez. El ministro venezolano destacó que la entrega de este miembro de los grupos paramilitares demuestra "la cooperación" entre Caracas y Bogotá contra el delito, que, además,contribuirá "a la paz interna en Venezuela".

Por otra parte, la Corte Suprema de Justicia de Colombia interrogará al presidente del país, Álvaro Uribe, como parte de la investigación por los nexos de políticos con grupos paramilitares de derecha, según informaron ayer medios locales.

El informativo de televisión CM& indicó en su página electrónica que Uribe será citado por el máximo tribunal para responder seis preguntas, entre ellas si estaba enterado sobre un pacto firmado en 2001 por políticos y jefes de las AUC. Esta organización paramilitar celebró conversaciones de paz con el Gobierno entre 2003 y 2006, que desembocaron en la desmovilización de más de 31.000 combatientes.

A mediados de 2001, una veintena de políticos y funcionarios de la época firmaron un acuerdo con los jefes de las AUC, ahora desmovilizados y detenidos, para compartir el poder regional.

Según las fuentes, el mandatario deberá contestar si supo de la reunión, ya que por entonces era candidato presidencial para los comicios de mayo de 2002, que ganó para un primer mandato de cuatro años. Uribe fue reelegido el año pasado para un nuevo periodo, que termina en el año 2010.

Entre los más de 20 procesados por nexos con las AUC figuran seis congresistas que participaron en la cita, celebrada en Santa Fe de Ralito, departamento de Córdoba, en el noroeste del país.