Los Sin Tierra 'vetan' la presencia de Lula en su congreso de Brasilia
La cita arranca con elogios a las "revoluciones" de Cuba y Venezuela
El Movimiento de los Sin Tierra (MST) de Brasil inició ayer los debates de su quinto congreso nacional con críticas al presidente del país, Luiz Inácio Lula da Silva, y declaraciones en favor de las "revoluciones" cubana y venezolana. Pese a ser un antiguo "compañero" del MST, Lula fue sometido a una suerte de veto por parte de los militantes, que se han opuesto a que asista a algunas sesiones.
Vanderlei Martini, un dirigente de 27 años, explicó que algunos ministros contactaron con la dirección del MST a fin de negociar la participación de Lula en uno de los debates. La petición fue rechazada porque el MST desea "mantener su independencia" respecto a un Gobierno que "cada día se aleja más del pueblo para acercarse a los grandes empresarios del negocio agrario y los banqueros".
El congreso, que reúne a unos 18.000 dirigentes del MST y es el mayor de la historia del movimiento, se celebrará hasta el viernes en un gimnasio de Brasilia y pretende definir las "líneas de lucha" de esta organización campesina de inspiración marxista para los próximos cinco años.
La primera jornada de debates estuvo marcada por el carácter "combativo" del movimiento, por consignas en favor de los procesos "revolucionarios" en Cuba y Venezuela y por duras críticas a la "paralización de la reforma agraria" en el Gobierno de Brasil.
El MST fundamenta sus críticas en lo que para ese movimiento es un estancamiento sufrido por los planes de reforma agraria de Lula.
En cuatro años y medio, el Gobierno afirma que fueron asentadas 381.419 familias de campesinos sin tierra, de las 400.000 que contempla la meta inicial, mediante sus planes de reforma agraria. Sin embargo, según el MST, los asentamientos reales han sido la mitad y el resto corresponde a la regularización de campos otorgados anteriormente.
Además, el MST sostiene que el Ejecutivo de Lula ha apoyado los cultivos transgénicos y los grandes planes para la producción de biocombustibles en perjuicio de los pequeños campesinos y con planes de apoyo a poderosos terratenientes.
"No es el MST el que se aleja de Lula, sino que su Gobierno se aleja de los campesinos", dijo Martini, uno de los 300 miembros de la dirección nacional del movimiento, que representa a casi dos millones de campesinos sin tierras.
El congreso se celebra en un gimnasio con capacidad para 20.000 personas cuyos alrededores son desde el lunes un gran campamento, con decenas de carpas en las que se duerme, se come, se debate y hasta se vende lo que el MST cosecha en sus asentamientos.
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