El 'canciller' de las FARC tensa las cuerdas

La negativa de Rodrigo Granda, el canciller de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), a acogerse a la liberación masiva de combatientes de su organización, se ha convertido en una piedra en el zapato para el Gobierno colombiano. Las autoridades colombianas estudian los mecanismos jurídicos por los cuales le otorgarán la libertad, lo que ha generado gran expectativa en todo el país.

Ayer continuaban los intentos para que Granda, detenido de manera poco clara en Venezuela en diciembre de 2004, acepte unirse a esta excarcelación. Al menos 174 detenidos en diversas prisiones han sido evacuados desde el viernes a esa localidad, a unos 140 kilómetros de Bogotá. La idea de este "gesto humanitario", sería que las FARC abran el camino para dejar en libertad a los 54 secuestrados canjeables en su poder.

Para los que siguen de cerca el funcionamiento de esta organización insurgente, no creen que Granda salga del penal convertido en una especie de negociador especial con el respaldo de sus comandantes. Al contrario de que ocurre con el ELN (Ejército de Liberación Nacional), las FARC, la guerrilla más antigua del país, no ha aceptado que actúen como sus portavoces personas detenidas o recién liberadas. Para el abogado de Granda, Miguel González, "sería difícil que se proponga el inicio de una acuerdo humanitario empezando por imponer los voceros de la contraparte".

En caso de hacerlo, Granda trabajaría por un acuerdo humanitario pero dentro de los términos impuestos por sus comandantes. La primera condición es la desmilitarización de dos municipios, al sur del país, durante 45 días, para que se acuerden los términos del intercambio de secuestrados por detenidos.

Petición de Sarkozy

El presidente colombiano, Álvaro Uribe, en un duro discurso emitido el viernes, en el que equiparó a las FARC con los nazis, dejó claro, una vez más, que no habrá despeje de ningún territorio: "Otros están interesados no en el acuerdo, sino en el despeje, algo que no podemos admitir". El pulso político entre Gobierno y las FARC sube cada día de tono.

El comisionado de paz Luis Carlos Restrepo le ha dicho a Granda, según cuenta el abogado González, que saldrá en libertad quiera o no. Sin embargo, para González no existe mecanismo legal para hacerlo. Granda, de 57 años es el preso fariano de mayor peso hoy tras las rejas. De origen campesino y autodidacta, se ha dedicado al trabajo internacional y tiene nacionalidad ecuatoriana y venezolana tras haber vivido en estos países largo tiempo.

Según el diario El Tiempo, el presidente francés, Nicolás Sarkozy, fue quién pidió la liberación del canciller de las FARC. Afirma también, que la razón de Estado que adujo Uribe para realizar esta excarcelación antes del 7 de junio no es más que el interés del mandatario francés de llevar a la reunión del G-8, que se inicia ese día, el tema del intercambio humanitario. Dicha petición fue corroborada por Astrid Betancourt, hermana de la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, una de las canjeables, quien indicó al rotativo que "tiene entendido que lo de Granda ha sido solicitud de Francia".

"O es una acuerdo secreto de aplaudir, o es una gran torpeza", dijo hace pocos días el ex ministro Rafael Pardo, al referirse a esta excarcelación gigantesca. El interrogante persiste dos días después de haberse puesto en marcha el operativo para reunir en una prisión de Chiquinquirá, población conocida por su devoción a la Virgen del Rosari, a más de 200 guerrilleros provenientes de 50 cárceles de todo el país.