La 'guagua' se pone por las nubes
Los dominicanos consideran un abuso la nueva subida del precio del pasaje en el transporte público
Desde el 19 de abril, Ana, de 18 años, estudiante de Medicina en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), paga dos pesos más cada vez que se monta en la guagua para recorrer los aproximadamente 10 kilómetros que separan su casa de la facultad del centro público.
Antes de la subida del precio del pasaje, autorizada por el Gobierno dominicano el 13 de abril y aplicada apenas una semana después, el traslado en el minibús le costaba 13 pesos (30 céntimos de euro). Ahora paga 15 (35 céntimos de euro), un 15,5% más.
"Me querían cobrar 20 (46 céntimos de euro). A quienes tenemos carné universitario nos hacen una rebaja", explica la joven universitaria. Esto se debe a que asociaciones de estudiantes y sindicatos del transporte público de pasajeros llegaron a un acuerdo para aplazar la subida 20 días hasta ver si el Gobierno decide si subsidia a este grupo, a los minusválidos y a los ancianos. Es uno de los reclamos que, bajo amenaza de huelga general, hicieron en enero quienes prestan el servicio. La intervención del presidente dominicano, Leonel Fernández, dio inicio a un proceso de negociaciones entre el Ejecutivo y los sindicatos.
Casi dos meses y medio de conversaciones, salpicado de amagos de ruptura, trajeron consigo una disposición gubernamental que autorizaba la subida de la tarifa para autobuses, minibuses y microbuses en Santo Domingo y en toda la provincia. Los conductores de carros públicos —coches privados que sirven de minibús subiendo hasta cuatro personas atrás y dos en el asiento de al lado del conductor— habían dicho que también incrementarían el costo de su servicio. Finalmente no lo han hecho. El alza es de tres pesos (25%) para trayectos cortos y de cinco para los largos. Los nuevos precios autorizados son 15 y 20 pesos, respectivamente. Es el tercer incremento en dos años.
Según la prensa nacional, desde agosto de 2005 hasta abril de 2007, el trayecto corto ha subido siete pesos, y el largo, 10. Los salarios por concertación no han variado desde noviembre de 2004. El salario mínimo en el sector privado es de 6.500 pesos (150 euros) al mes. En el sector público apenas llega a los 2.650 pesos.
Ana no dice cuánto gana su padre. Es quien mensualmente le da cerca de 800 pesos (18,6 euros) para que vaya a la universidad. "Somos cinco hermanos y nos tiene que dar a todos. El gasta cerca de 3.000 pesos (70 euros) al mes en nuestro pasaje, y la subida le afecta".
El padre de Wendy le da 1.600 pesos (36 euros) al mes. "Yo necesito 80 diarios. Me paso alrededor de cuatro horas al día en la guagua para llegar a la UASD y volver a casa", dice esta estudiante de primer año de psicología. Y no es que por ese precio vaya muy cómoda. La mayoría de los 1.347 vehículos de los sindicatos del transporte, que según se calcula en un estudio, trasladan a medio millón de personas cada día en Santo Domingo, se caen a pedazos. Tienen capacidad para entre 15 y 45 personas sentadas, pero no es raro ver los pasillos atestados de gente amontonada. Las carrocerías tienden a estar rayadas, las luces estropeadas y hasta existen lunas sustituidas con un plástico y a veces hasta sin nada. "Se suelen olvidar de que transportan personas y nos tratan como a animales", comenta Wendy.
Melvin, de 21 años, agente de seguridad del Ayuntamiento de Santo Domingo está de acuerdo con ella. "Pagas por un servicio incómodo, en el que los cobradores son brutos y te maltratan". Pero el abuso no impide que cada mes dedique una cuarta parte de los 5.300 pesos que gana en moverse en minibús.
La alternativa es usar el servicio del Estado, la OMSA. Fue creado en 1998, durante el primer mandato de Leonel Fernández. Cuenta con 928 unidades, pero no todas están en servicio debido a las averías. Y, aunque cobra 10 pesos por trayecto completo, el servicio tampoco es tan abundante y eficiente.
Los conductores de este tipo de transporte justifican el mal estado de los vehículos por el hecho de que siempre han cobrado un precio por debajo del real. Ahora calculan que deberían cobrar alrededor de 24 pesos (55 céntimos de euro) por trayecto. Pero cuando se quejan y hacen sus reclamaciones no mencionan las facilidades dadas por el Estado para la renovación de sus flotas.
De acuerdo a un estudio de la Oficina para el Reordenamiento del Transporte (Opret), el Estado ha invertido cerca de 28.000 millones de pesos (650 millones de euros) en asegurar el traslado de 10.000 millones de pasajeros en los últimos 35 años.
Ana no está de acuerdo con la subida del pasaje, "pero no hay otra". Se resigna, como los millones de usuarios que protestaron los primeros días que tuvieron que rascar más de lo habitual su bolsillo y hoy ya lo hacen sin rechistar.
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