Los partidos aliados del Gobierno de Brasil piden limitar el "poder de los medios" en las elecciones

Partidos políticos que integran la coalición de Gobierno en Brasil propusieron ayer que la reforma electoral que se estudia en el Parlamento establezca mecanismos para "reducir el poder de los medios" de comunicación en los procesos electorales.

Según el presidente del Partido de los Trabajadores (PT), Ricardo Berzoini, una reforma de ese tipo no puede limitarse a asuntos como la financiación de las campañas o la fidelidad partidista, sino que debe incluir "cuestiones más importantes, como el poder de los medios de comunicación en un proceso electoral".

La opinión del presidente del partido, fundado por el actual jefe del Estado brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, fue respaldada por dirigentes de otras formaciones en el Gobierno, como el Partido Comunista do Brasil (PCdoB). Según el comunista Renildo Calheiros, "la prensa brasileña está muy desinformada, se regodea en escándalos y tiene serias dificultades para divulgar lo que en realidad ocurre en el debate nacional", por lo que se debe establecer algún tipo de mecanismo de control.

Berzoini y Calheiros intervinieron en un seminario dedicado a debatir sobre una reforma política que el Congreso deberá comenzar a analizar este mismo año.

Según Berzoini, del control de los medios de comunicación podría encargarse el Poder Judicial, que sería responsable de impedir "excesos" como los que, en su opinión, se registraron durante la campaña para las elecciones de octubre pasado, en las que Lula fue reelegido para un segundo mandato de cuatro años.

El presidente del PT sostuvo que en ese proceso "varios medios de comunicación dejaron de lado el buen periodismo e hicieron una campaña abierta y declarada en favor del candidato de oposición".

Según Berzoini, el papel de los medios de comunicación deberá ser incorporado al debate de la reforma política en el Parlamento, y que el asunto sea discutido por todas las fuerzas políticas de Brasil.

Berzoini fue respaldado por el jefe del grupo parlamentario del PT en la Cámara de Diputados, Luiz Sérgio, quien admitió que en la política brasileña hay una "crisis de financiación de campañas", pero afirmó que "hay también una crisis con el poder de los medios de comunicación".

La necesidad de una reforma electoral en Brasil comenzó a ser discutida abiertamente en los últimos dos años, sobre todo tras los escándalos de financiación ilegal que afectaron a la anterior dirección nacional del PT, surgida de las elecciones de 2002, en las que Lula fue elegido presidente por primera vez.

Por esos escándalos, una comisión parlamentaria ha presentado acusaciones formales ante la justicia contra 40 personas, entre ellas el ex presidente del PT José Genoino y otros reconocidos dirigentes.