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Un hombre mata a otro y luego se suicida tras atrincherarse en un edificio de la NASA

Una trabajadora de la NASA, que también fue retenida por el presunto asesino, ha logrado huir

Un ingeniero de la NASA ha protagonizado un nuevo suceso violento en Estados Unidos, cinco días después de lo ocurrido en la Universidad de Virginia: ha matado a un compañero y luego se ha suicidado después de atrincherarse en un edificio con dos rehenes. La tercera persona, otra trabajadora de la NASA, ha conseguido huir.

El ingeniero de 60 años William A. Philips, trabajador de la NASA durante 13 años, se encerró armado con un revólver en una habitación del Centro Espacial Johnson de Houston (Texas) de la NASA, donde acabó con la vida de un compañero. Cuando la policía entró en el cuarto encontró a otra rehén que resultó ilesa. Las primeras investigaciones apuntan a una discusión entre ambos fallecidos como desencadenante del suceso.

William A. Philips era empleado de la empresa Jacobs Engineering (con sede en California), que tenía un contrato de apoyo técnico a la NASA. Desde hacía 13 años trabajaba para la agencia espacial estadounidense en el Centro Johnson de Houston con una conducta "modélica", calificativo utilizado por el director del centro, Mike Coats.

Según fuentes policiales, Philips fue a comer en el mismo día de los hechos con otros tres compañeros: David Beverly, Francelia Crenshaw y un tercero sin identificar. Aunque se desconocen las causas, parece ser que Philips y Beverly protagonizaron una disputa aunque no se sabe si fue cosa del momento o era un problema que venía de atrás.

Poco después, Philips se encerró en una habitación del edificio armado con un revólver de punta corta y con Beverly y Crenshaw como rehenes. Beverly fue asesinado presuntamente a manos de su raptor y tres horas después el propio Philips se quitó la vida de un disparo en la cabeza. Cuando los efectivos estadounidenses entraron en la habitación donde tuvo lugar el suceso encontraron a la segunda rehén, que se encontraba ilesa.

Los agentes descubrieron unan nota en una pizarra que el asesino había dejado con una lista de nombres y unos garabatos a los que aún no se ha encontrado significado ni relación con la refriega. Las primeras hipótesis apuntan a la discusión entre los dos fallecidos como posible móvil teniendo en cuenta los hechos previos al suceso y que la segunda rehén no sufrió daños. Ella fue la que alertó a la policía del secuestro por una llamada de teléfono. "Es muy valiente", ha dicho el jefe de policía de Houston, Harold Hurtt. "Había una relación muy positiva entre ella y el sospechoso", lo que apoyaría la tesis de la disputa entre Philips y Beverly como móvil y que, en realidad, no tenía nada contra Crenshaw.

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Philips era soltero y no tenía hijos, con lo que su pariente más cercano era un primo. La policía registró su casa durante una hora y no encontró ningún indicio de que tuviera planeado la confrontación, todo lo contrario de lo que sucedió con la matanza perpetrada en Virginia el pasado lunes.

El director de la NASA, Michael Griffin, ha emitido un breve comunicado en el que lamenta lo sucedido y envía un mensaje de pésame a las víctimas.

En el Centro Johnson, situado en el sureste de Houston, se halla el centro de control de todas las misiones de los transbordadores de la NASA. El centro fue inaugurado en 1961 y cuenta con 3.000 empleados, la mayoría de ellos ingenieros y científicos. En el complejo y en edificios cercanos trabajan más de 12.000 personas subcontratadas, según la NASA.

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