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La Cruz Roja denuncia los "insoportables e inaceptables sufrimientos" de la población iraquí

Calcula que la violencia ha obligado a 106.000 familias a abandonar sus hogares desde febrero de 2006

"Son insoportables e inaceptables los sufrimientos que hoy padecen hombres, mujeres y niños en Irak. Su vida y su dignidad corren continuamente peligros", ha denunciado hoy desde Ginebra el responsable de Operaciones del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Pierre Krahenbuhl. Según el CICR, las condiciones de seguridad empeoran cada vez más en el país, donde se calcula que la violencia ha obligado a 106.000 familias a abandonar sus hogares desde febrero de 2006, cuando se atentó contra uno de los mayores santuarios de la comunidad chií.

Krahenbuhl ha precisado que la de Irak es "una situación totalmente fuera de lo ordinario en términos de los niveles de riesgo que deben asumirse". El responsable de Operaciones del CICR, que cuenta en Irak con 415 empleados locales y otros 57 internacionales con un presupuesto de 35 millones de euros, ha informado de que las dos terceras partes de los desplazados son mujeres y niños, al tiempo que ha añadido que los tres principales problemas identificados por su organización son la inseguridad, las restricciones de acceso a la atención médica y el aprovisionamiento de agua.

Sin posibilidades de verificar los muertos

Sin embargo, ha declinado confirmar la cifra de al menos cien muertos diarios a causa de la violencia sectaria en Irak, una media que ha sido mencionada por otros organismos humanitarios y Naciones Unidas, porque no tienen "posibilidades de hacer ninguna verificación en el terreno". No obstante, ha confirmado que se trata del "entorno más peligroso" en el que opera su organización, que está presente en la mayoría de escenarios de conflicto armado en el mundo.

Sobre los servicios de salud, ha sostenido que el personal médico vive bajo amenaza y que se calcula que la mitad de los médicos han abandonado el país en los cuatro años transcurridos desde el inicio de la ocupación de las fuerzas multinacionales, lideradas por EE UU. Además, la carga de víctimas que ocasionan los atentados diarios, ha puesto al sistema sanitario bajo una "tremenda presión", ha dicho el representante del CICR, que ha señalado que son frecuentes los casos en los que los insurgentes entran en los hospitales y amenazan al personal para que den prioridad a sus heridos.

Krahenbuhl ha calificado de "intolerable" la incapacidad de las partes en conflicto en Irak para "respetar la vida y la dignidad de los civiles", por lo que ha invocado "a todos los que tienen influencia política o militar en el terreno" para que actúen en favor de la protección de la población. Además de su labor de protección y socorro a los iraquíes, el CICR trabaja en el rastreo de personas desaparecidas y visita a detenidos. Sobre el primer grupo, Krahenbuhl ha detallado las dificultades para establecer su número exacto, sobre todo en relación a los que han desaparecido desde la guerra de 2003, pues muchos otros lo fueron durante la primera guerra del Golfo Pérsico y la guerra con Irán.

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"El efecto acumulativo" de cuatro años de guerra

El personal del CICR visitó a 32.000 detenidos en 2006 en instalaciones permanentes controladas por las fuerzas estadounidenses y británicas de la coalición, aunque ha aclarado que el organismo no tiene acceso a instalaciones temporales a las que se traslada a los detenidos tras su captura. El responsable de Operaciones del CICR ha señalado también que la organización continúa las negociaciones con el Gobierno de Irak para tener acceso a las prisiones bajo custodia de sus fuerzas de seguridad, donde que se calcula que "hay miles y miles de personas". Por su parte, la jefa de Operaciones para Oriente Próximo y África del Norte del CICR, Beatrice Megevand, ha declarado que uno de los aspectos más graves de la situación en Irak es "el efecto acumulativo" de cuatro años de conflicto, durante los cuales se ha registrado también "una multiplicación de los actores armados".

"Se trata de grupos que tienen mayor capacidad armada y que han extendido sus actividades a una mayor porción del territorio" iraquí, ha indicado. Según Megevand, además de los problemas del sistema sanitario y de acceso al agua potable, el suministro de alimentos también ha empezado a ser una seria dificultad, sobre todo en Bagdad, por los riesgos que supone el transporte de mercancías, así como por los graves atentados registrados en mercados de la capital.

Pierre Krahenbuhl, durante la rueda de prensa esta mañana en Ginebra.
Pierre Krahenbuhl, durante la rueda de prensa esta mañana en Ginebra.AP

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