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Al menos 11 muertos en un atentado aéreo en Somalia

Arrecian los combates en Mogadiscio, donde han muerto 65 personas en choques entre tropas etíopes y los milicianos islámicos

Un avión ruso fletado por la Unión Africana (UA) se ha estrellado y sus once ocupantes han muerto al ser alcanzado por un cohete cuando despegaba del aeropuerto de Mogadiscio, la capital de Somalia, donde continúan los combates entre las tropas gubernamentales y los milicianos islámicos.

En el avión, un carguero Ilyushin-76, viajaban técnicos rusos que habían llegado a Mogadiscio trayendo repuestos y equipos para reparar una aeronave similar, también alquilada por la UA, y que fue dañada por un misil cuando aterrizaba en esta ciudad el pasado día 9, según el viceministro de Defensa somalí, Salad Ali Jelle, La Unión Africana mantiene en Somalia cerca de 1.500 efectivos de una misión de paz que comenzaron a llegar a comienzos de este mes, todos de nacionalidad ugandesa.

El derribo del avión ha tenido lugar en la tercera jornada de los combates que se registran en esta capital entre soldados del Gobierno provisional, apoyados por tropas etíopes, y los milicianos de la antigua Unión de Tribunales Islámicos (UTI), y que han dejado hasta ahora un resultado de 65 muertos y unos 200 heridos.

Violencia creciente

Los choques más intensos se registraron, tal como en días anteriores, en los alrededores de la antigua sede del Ministerio de Defensa, donde tienen uno de sus cuarteles las tropas etíopes que entraron en territorio somalí a partir del 24 de diciembre pasado.

La violencia de esta semana en Mogadiscio ha causado el éxodo de miles de civiles, que se suman a los 40.000 que la Oficina de Coordinación Humanitaria de la ONU (OCHA) calcula huyeron de esta ciudad en febrero pasado para no quedar atrapados en el fuego cruzado de las facciones en pugna.

La salida de la población se aceleró a partir del miércoles, cuando los insurgentes arrastraran por las calles los cadáveres de varios soldados, una escena que recordó a la registrada en la intervención de EE UU en 1993, durante la cual los cuerpos de varios infantes de marina estadounidenses fueron arrastrados por las avenidas de la capital somalí.

Veto contra medios de comunicación

En medio del caos provocado por los combates y la incipiente crisis humanitaria, el Gobierno ha acusado a los medios privados de comunicación de fomentar el desorden con "informaciones tendenciosas que no sirven a los intereses nacionales" y ordenó el cierre de las operaciones de la red de televisión qatarí Al Jazeera y las radios locales Shabelle y Horn Afrik. Sin embargo, sólo Al Jazeera acató la orden y anunció que suspendía sus operaciones en Mogadiscio, mientras que las dos emisoras somalíes han hecho oídos sordos al decreto gubernamental y continúan transmitiendo.

El conflicto entre el Gobierno y las emisoras locales se recrudeció el miércoles, cuando soldados gubernamentales arrestaron a un periodista y a un chófer de Radio Shabelle en el aeropuerto de Mogadiscio, donde iban a participar en una conferencia de prensa convocada por los comandantes del contingente militar etíope, que explicaron los detalles de su paulatina retirada de Somalia.

Etiopía entró en Somalia en apoyo del Gobierno de transición al sentir que su seguridad fronteriza era amenazada por el avance de las milicias de la UTI, que en junio pasado se habían apoderado de Mogadiscio y otras ciudades estratégicas del sur somalí, donde impusieron un régimen integrista basado en la sharia (ley islámica) e intentaban hacerse con el resto del país.

La Unión Africana intenta desplegar en Somalia una fuerza de interposición de 8.000 soldados que permita la retirada total de las tropas etíopes, pero sólo ha podido enviar hasta ahora los 1.500 efectivos ugandeses. Esto hace temer que si Etiopía completa su repliegue antes de que llegue su reemplazo, el frágil Gobierno de transición se quedará sin apoyo militar y la situación en Somalia, de por sí caótica, abonará el terreno para una rebelión similar a la que vive Irak.

El Gobierno somalí fue creado en 2004 en la vecina Kenia y cuenta con reconocimiento internacional, pero hasta la intervención militar etíope no había conseguido imponer su autoridad más que en Baidoa (250 kilómetros al noroeste de Mogadiscio), donde tuvo que instalar su sede debido a la falta de seguridad en esta capital.

Hombres armados patrullan por las calles de Mogadiscio, la tercera jornada de los combates que se registran en esta capital entre soldados del Gobierno provisional y milicianos islámicos
Hombres armados patrullan por las calles de Mogadiscio, la tercera jornada de los combates que se registran en esta capital entre soldados del Gobierno provisional y milicianos islámicosEFE

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