Un ataque de la OTAN mata al menos a nueve civiles afganos
Tropas de EE UU borraron fotos y vídeos del ataque que ayer dejó 16 muertos, según denuncia la agencia AP
Nueve civiles afganos han muerto después de que su casa se viera alcanzada durante un enfrentamiento entre fuerzas de la OTAN y milicianos, según informó el vicegobernador de la provincia afgana de Kapisa, Mohamed Dawood Hashimmi.
Según Hashimmi, las víctimas "inocentes" son cinco mujeres, tres niños y un hombre. El incidente tuvo lugar después de que milicianos dispararan contra una base de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afganistán (ISAF) en la provincia de Kapisa (norte de Kabul). Las tropas de la Alianza respondieron al ataque y alcanzaron la casa de los civiles, aseguró el vicegobernador.
Un portavoz militar norteamericano de la OTAN, el comandante William Mitchell, indicó que están investigando el incidente.
Estas muertes se habrían producido después de que ayer, entre diez y 16 personas fallecieran en un incidente en el que estuvo implicado un pequeño contingente estadounidense en la provincia de Nangarhar.
El Ejército estadounidense asegura que estas muertes son responsabilidad de insurgentes, que dispararon desde varios puntos contra los marines después de la detonación de una furgoneta-bomba conducida por un suicida, pero los civiles afganos heridos mantienen que no había milicianos insurgentes, aparte del suicida, y que fueron los norteamericanos los que dispararon indiscriminadamente contra ellos.
EE UU borró material periodístico del tiroteo donde murieron 16 civiles
Periodistas freelance que trabajan para la agencia de noticias AP en Afganistán, han denunciado que tropas de Estados Unidos requisaron y borraron fotografías y vídeos obtenidos tras el tiroteo protagonizado ayer por soldados de EE UU para repeler a un terrorista suicida: 16 civiles murieron en el suceso, cuyas circunstancias no han sido aclaradas.El fotógrafo Rahmat Gul y el cámara de televisión, Khanwali Kamran han indicado, según informa la BBC, que llegaron al lugar del suceso una media hora después del atentado suicida.Testigos en el lugar de los hechos -cuenta la cadena citando a los periodistas-, afirmaron que tres civiles habían sido abatidos por fuerzas de EE UU cuando huían del ataque en un vehículo."Me acerqué al vehículo y vi a soldados de EE UU tomando fotos. Yo hice lo mismo", cuenta Gul. "¿Por qué está usted haciendo fotos. No tiene permiso", relata el reportero gráfico, quie asegura que los militares borraron después sus fotos y le devolvieron la cámara.El cámara de televisión, por su parte, afirma que recibió amenazas: "Si algo de lo que has grabado se emite, te meterás en problemas", dijeron los militares.La organización Reporteros Sin Fronteras ha condenado los hechos. "¿Por qué borraron el material si no tenían nada que ocultar?", se pregunta Jean François Julliard, portavoz de esta organización.Las autoridades militares de EE UU aseguran que no les consta que se haya confiscado ningún material periodístico en la zona.
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