El fiscal del TPI lanza las primeras acusaciones por crímenes contra la humanidad en Darfur
Moreno-Ocampo acusa a un ex viceministro sudanés y a un jefe guerrillero de torturas, asesinatos y violaciones
El fiscal jefe del Tribunal Penal Internacional, el argentino Luis Moreno-Ocampo, ha acusado formalmente de crímenes de guerra y contra la humanidad a un ex viceministro del Interior de Sudán y al jefe de la milicia islámica conocida como Janjaweed por su participación en las atrocidades cometidas en la región sudanesa de Darfur. Se trata de los dos primeros acusados en relación con el conflicto de Darfur, que se ha cobrado ya la vida de 200.000 personas.
Moreno-Ocampo ha acusado a Ahmed Harun, ex viceministro de Interior sudanés, y a Ali Muhammad Ali Andel Rahman, alias Ali Kushyb, de 51 cargos de crímenes de guerra y de lesa humanidad. Por ello, ha pedido que se emita órdenes de arresto contra ambos. El escrito de acusación, basado en las pruebas recogidas durante los últimos 20 meses, sostiene que los sospechosos "actuaron juntos y con otros, con el propósito común de perpetrar ataques contra la población civil" de Darfur.
En concreto, se acusa al ex viceministro de contribuir al reclutamiento de las milicias islamistas conocidas como Janjaweed, que han cometido violaciones, torturas y asesinatos contra la población civil de la provincia de Darfur. En esta provincia se organizó en 2003 una revuelta contra el Gobierno de Jartum que derivó en guerra civil. Para reprimir a los rebeldes, el Gobierno organizó la milicia Janjaweed, que actuaba a menudo junto con el ejército regular y a la que se considera autora de todo tipo de atrocidades contra la población civil de Darfur. En su informe, de 94 páginas, el fiscal establece claros vínculos entre el Ejército sudanés y los paramilitares. Según la ONU, más de 200.000 personas han muerto en el conflicto de la región y más de dos millones han tenido que abandonar sus hogares.
Moreno-Ocampo dice que Harun reclutó milicianos "con pleno conocimiento de que ellos, frecuentemente en el curso de ataques conjuntos con las fuerzas armadas, podrían cometer crímenes contra la Humanidad y crímenes de guerra contra la población civil de Darfur". Además, la Fiscalía de la CPI mantiene que este viceministro declaró públicamente que se le había otorgado "todo el poder y autoridad para matar o perdonar a cualquiera en Darfur, en búsqueda de paz y seguridad".
Por su parte, Ali Kushayb, que lideraba la milicia desde mediados de 2003, ordenaba a sus tropas cometer violaciones, agresiones sexuales, torturas y asesinatos contra la población civil, según el escrito de Moreno-Ocampo.
La Cámara preliminar de la CPI deberá ahora revisar las pruebas reunidas por la fiscalía y decidir si son suficientes para llevar a los acusados a juicio.
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