La izquierda, incompatible con las canas
El presidente de Brasil desvela ante un grupo de empresarios su actual filiación política y confiesa que se ha convertido al centro
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, que ha cumplido 60 años y tiene el cabello y la barba blancos, afirmó el lunes ante una asamblea de empresarios, reunidos en un hotel de São Paulo, que si una persona mayor y de pelo cano aún se declara de izquierdas es porque tiene algún problema. De la misma forma, continuó, si un joven se considera de derechas, algo no funciona bien en su cabeza. Así se expresó en la ceremonia de entrega de premios a los personajes brasileños más destacados del año —entre ellos, el propio Lula— que concede la editorial Tres, propietaria de la polémica revista Istoé.
La verdadera filiación política del ex obrero metalúrgico y hoy presidente de Brasil siempre fue objeto de especulaciones. Aunque está universalmente considerado como un personaje de izquierdas, Lula suele insistir en que no le gustan las “etiquetas políticas”.
Durante una visita del ex presidente del Gobierno español José María Aznar a Brasilia, confesó: “Ni Aznar es tan de derechas como parece, ni yo tan de izquierdas”. Por eso, en las ocasiones en que se ha referido a su identidad política, Lula ha preferido decir que él siempre fue un “sindicalista” y punto.
La incógnita, sin embargo, se desvaneció el lunes: por fin, Lula desveló ante los empresarios —que se divirtieron mucho con el gracejo que caracteriza los discursos improvisados de Lula— cómo se califica a sí mismo políticamente.
Y para hacerlo recurrió al científico Charles Darwin y a su teoría de la evolución de las especies. El presidente, reelegido gracias a más de 60 millones de votos que le han otorgado su confianza para otro mandato de cuatro años, explicó su gran amistad con el derechista Delfim Neto, ex ministro de Economía durante la dictadura militar 1964-1985) y al que la izquierda aborrecía, recordando que la autorrevisión de las posiciones políticas es una consecuencia natural de la evolución de las especies. “Yo estuve muchos años criticando al ex ministro Delfim Neto y hoy es mi gran amigo”, explicó. “Es la evolución de la especie humana. Quien es de izquierdas se va haciendo más de centro, más socialdemócrata y menos de izquierdas. Y todo ello depende de la cantidad de pelo blanco que tenga”, añadió.
La teoría de Lula continúa: “No tiene vuelta de hoja. Si usted se encuentra con una persona que es ya anciana y dice que es de izquierdas, es porque sufre algún problema”. Mirando al empresario Antonio Erminio de Morais, sentado entre el auditorio, le dijo: “Doctor Antonio, cuando tenemos 60 años llegamos a la edad del equilibrio, del centro”. Y todos los empresarios presentes se echaron a reír.
Sin embargo, no todo fueron aplausos durante su discurso, porque, tras confesar su conversión política al centro y criticar a quien tiene cabellos blancos y aún es de izquierdas, alguien susurró en voz audible: “Será mejor que esto no lo oiga [José] Saramago o [Óscar] Niemeyer”. Se refería al escritor portugués y premio Nobel de Literatura de 84 años, y al famoso arquitecto que ideó Brasilia, de 98, respectivamente, ambos comunistas convencidos.
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