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Un santuario para 'Brangelina'

Jolie y Pitt quieren crear un hogar para que sus hijos no vayan siempre de hotel en hotel

Angelina Jolie dice que estos días su color preferido es el rojo. ¿Será por la Navidad? “Quizás”, aunque precisa que debe ser más bien una cosa budista. ¿O la pasión? “No sé”, responde. De color rojo fue la alfombra por la que ayer noche desfiló en Nueva York, en el preestreno del filme The Good Shepherd (El buen pastor), un thiller de espionaje dirigido por Robert de Niro y en el que Jolie interpreta el papel de mujer de un agente secreto de la CIA.

La estrella, que se considera una persona afortunada, es una de las más acosadas por los paparazzi. Reconoce que utiliza la persecución de los medios para que presten atención a las labores que realiza como embajadora de las Naciones Unidas, más allá de su vida personal.

Aunque lamenta que las cámaras no le sigan con tanto ímpetu a lugares como Sudán, Camboya o Afganistán. “No te siguen a Darfur y quizás deberían. Los paparazzi no van donde te gustaría que estuvieran, no aparecen por allí”, ironiza la actriz. Jolie se pasa la vida viajando. Unas veces lo hace por motivos profesionales. Otras por cuestiones humanitarias, hacia lugares donde sufren los niños.

Sin embargo, parece que está llegando a su límite y empieza a hablar ya abiertamente de crear un hogar, una especie de santuario donde pasar la Navidad como cualquier otra familia y criar a sus tres hijos con privacidad junto a Brad Pitt.

Pitt, un padre “magnífico”

“Un día debemos encontrar una casa de familia para nuestros hijos, para que no vayan de una habitación de hotel a otra, o de un apartamento a otro. No es fácil”, precisa. Nada de boda, de momento, aunque dice que Pitt es un padre “magnífico”. “Si tenía un hombre en mi vida debía ser un buen padre”, precisa. Jolie se muestra cada vez más madura como mujer y dice que intenta aprender a vivir.

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Aunque lamenta que el acoso de los fotógrafos afecte a las decisiones que tiene que tomar. “No sé por qué por el hecho de ser una actriz sea correcto que los paparazzi tengan que acercarse tanto a los niños. A veces me da miedo”, lamenta la embajadora de la ONU, que explica que no quiere presentarse ante sus hijos como una estrella de Hollywood, sino como alguien que quiere ayudar a resolver algunos de los problemas que sufre el mundo.

Jolie y Pitt, durante una visita al famoso edificio Fallingwater, de Frank Lloyd Wright, en Pensilvania.
Jolie y Pitt, durante una visita al famoso edificio Fallingwater, de Frank Lloyd Wright, en Pensilvania.AP

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