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Los partidos de la oposición boicotean la reunión convocada por el primer ministro húngaro

Al menos 66 detenidos y 16 heridos los últimos disturbios registrados en Budapest por tercera noche consecutiva

Los dos principales partidos de la oposición húngara han optado por boicotear la reunión convocada para hoy por el primer ministro, Ferenc Gyurcsan, para intentar desbloquear la crisis política de su país. El conflicto comenzó el domingo, tras la filtración de una grabación suya en la que admitía haber mentido sobre la situación económica del país. La noticia motivó violentas protestas frente al Parlamento de Budapest durante tres noches seguidas.

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Ayer, la concentración de 10.000 húngaros ante el Parlamento para protestar contra el Gobierno por tercera noche consecutiva, acabó de nuevo en violencia. Según el canal de televisión HírTv, un joven manifestante fue herido durante el enfrentamiento con la Policía en la plaza Oktogonm, en el centro de Budapest, y su estado parece ser grave. Fuentes del Gobierno no descartaban anoche la posibilidad de declarar un toque de queda.

En torno a la medianoche, cuando los manifestantes que se habían congregado frente al Parlamento para exigir la dimisión del primer ministro, Ferenc Gyurcsany, empezaban a regresar a sus hogares, un grupo de unos 100 radicales acudió a las proximidades dela estación de trenes Nyugati, donde se enfrentaron a la policía.

Los agentes actuaron enérgicamente usando gases acrimógenos y lograron sacar y detener a varias personas del grupo, supuestamente los líderes de las manifestaciones, apuntó la televisión. El número de manifestantes violentos no superaba en un principio el centenar, en su mayoría jóvenes de entre 14 y 18 años.

Los radicales parecen ser los mismos que las dos noches precedentes causaron desorden y más de 200 heridos en las calles de Budapest, aunque hoy estaban en minoría respecto al elevado número de efectivos policiales desplegados. No obstante, pese a la actuación policial, se formó otro grupo de unos 150 jóvenes en la plaza Oktogonm, donde el joven resultó herido. Éste fue atendido en una de las ambulancias que acudió al lugar de los hechos.

Mientras, Gyurcsany ha reiterado que su Gobierno seguirá adelante con su programa de reformas económicas pese a las protestas, que se originaron tras la filtración a la prensa de la grabación, en la que aseguraba haber mentido para ganar las elecciones del próximo mes de abril.

Posible toque de queda

La idea de un toque de queda ha sido planteada por el ministro de Justicia, Jozsef Petretei, quien ha indicado a la radio estatal que el Gobierno "adoptará cualquier medida que se requiera" para evitar un motín. Asimismo, en declaraciones a la cadena de televisión hirTV, dejó claro que el uso de las armas por parte de la Policía para detener a los más violentos durante los disturbios de los últimos dos días estaba "justificado".

La madruagada del miércoles, unos 300 incontrolados se separaron de la manifestación central y atacaron la sede del Partido Socialista, destrozaron escaparates y prendieron fuego a varios automóviles en el centro de la ciudad. La primera noche se saldó con 150 heridos y con un ataque a la televisión pública, que fue ocupada durante al menos dos horas por un grupo de manifestantes, en lo que ha dado en llamarse "la noche negra".

Dos hipótesis sobre el origen de la filtración

Todos los analistas políticos coinciden en que la filtración de la conversación privada en la que Gyurcsany reconoce haber mentido para ganar las elecciones procede de las propias filas del MSZP (Partido Socialdemócrata), aunque las dos principales hipótesis divergen sobre si fue realizada por un rival para minar el prestigio del primer ministro o si el propio Gyurcsany, de 45 años, consintió que sus palabras se hicieran públicas.

En el primer caso, un contendiente político del primer ministro, receloso de su éxito personal en las elecciones del pasado abril -donde el MSZP logró el 48% de los escaños del Legislativo- habría pretendido acabar con la credibilidad personal de Gyurcsany para forzar su dimisión. Incluso el propio primer ministro aseguró ayer que "no descarta" que la filtración haya salido del propio partido con el fin de destruir su carrera. Los analistas húngaros cimentan esta idea por el anuncio del primer ministro de que se presentará como candidato a la presidencia del MSZP, con la argumentación de que esa unificación de los poderes facilitaría el trabajo gubernamental.

La segunda hipótesis señala que Gyurcsany, el único primer ministro reelegido en las urnas desde el fin del comunismo, facilitó la filtración para demostrar que está decidido a llevar a cabo las reformas económicas y terminar con las mentiras sobre la situación real de la economía húngara.

La grabación filtrada a la radio muestra que Gyurcsany admite que mintió sobre la situación económica, pero insiste que no quiere seguir engañando a la población y para ello exige imponer unas duras reformas económicas. "Sólo puedo decir que no jugaré ningún tipo de juego: haremos lo que tenemos que hacer. Seguiremos adelante [con las reformas] hasta donde podamos", dice Gyurcsany en la grabación.

"Si soy sincero os diré que estoy lleno de dudas. Sé muy bien que lo que estamos haciendo no será perfecto", afirma el primer ministro sobre las medidas de ahorro presupuestario para sanear las cuentas públicas que han levantado el malestar en la opinión pública. Pero a pesar del desgaste político que supone recortar la asistencia sanitaria e imponer tasa universitarias, entre otras medidas, ha asegurado que el MSZP debe "aprender a no quejarnos en cada instante y seguir adelante".

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