Los principales partidos chilenos pactan reformar el sistema electoral

En una reunión calificada de "histórica" por sus protagonistas, representantes de partidos de casi todo el espectro político chileno acordaron modificar el sistema electoral diseñado por la dictadura, aunque sin definir un mecanismo, y terminar así con la exclusión del Parlamento que, de hecho, viven los comunistas desde el reinicio de la democracia, en 1990.

A la cita asistieron representantes de los cuatro partidos de la Concertación, la coalición gobernante de centroizquierda (Democracia Cristiana, socialista, Partido por la Democracia y Radical Social Demócrata), de Renovación Nacional (RN), que agrupa al sector liberal de la derecha y del Partido Comunista (PC). Para los dirigentes comunistas fue la primera vez desde el derrocamiento del Gobierno del presidente Salvador Allende, el 11 de septiembre de 1973, que comparten una mesa de negociaciones con dirigentes de la derecha.

Después de cuatro horas y media de reunión en la sede de RN, los asistentes convinieron en "perfeccionar" el sistema de elección de senadores y diputados, terminar con la intervención electoral, buscar la elección directa de autoridades regionales, corregir los desequilibrios que causa el sistema electoral municipal y ampliar la participación en las votaciones.

Cada partido debatirá este acuerdo de forma interna para después proseguir las reuniones, aunque no se fijó un calendario al respecto, y cualquier reforma deberá ser aprobada por ambas cámaras del Parlamento.

Con el actual sistema electoral, llamado "binominal", en que se eligen dos parlamentarios por cada distrito o circunscripción, la derecha se ha visto favorecida en todas las elecciones, mientras que la mayoría —el centroizquierda— es castigada. A la minoría —en todas los comicios, la derecha— le basta con lograr en cada lugar un tercio de los votos para elegir uno de los dos parlamentarios de cada distrito o circunscripción. Esto ha significado que la ventaja lograda por la Concertación en las urnas no se ha reflejado en la misma proporción en el número de parlamentarios.

Además, el sistema binominal ha empujado a los partidos a permanecer en dos grandes coaliciones, una de la derecha y otra del centroizquierda, para asegurar la elección de uno de los parlamentarios en cada lugar, lo que, de hecho, ha excluido del poder legislativo a los comunistas.

En varios distritos, el PC ha logrado cerca del 20% de los votos y a nivel nacional alcanza el 5%, pero con este sistema electoral nunca ha logrado entrar en el Parlamento desde el reinicio de la democracia.

El cambio del sistema electoral fue uno de los compromisos que contrajo con los comunistas la entonces candidata de la coalición gobernante y hoy presidenta, Michelle Bachelet, para asegurar sus votos en la segunda vuelta e imponerse a la derecha. En la reunión de los partidos, una de las fórmulas debatidas fue aumentar los parlamentarios, a través de un número de escaños basado en la proporcionalidad de los votos, aunque no existe un acuerdo al respecto.

De los mayores partidos chilenos sólo faltó a la reunión la Unión Demócrata Independiente (UDI), que representa al ala de la derecha más cercana al ex dictador Augusto Pinochet y rechaza modificar el sistema electoral.

Para el presidente del Partido Comunista, Guillermo Teillier, en la reunión se avanzó un paso del cual es "muy difícil retroceder" y valoró el acuerdo para poner fin a la exclusión de su formación.