Once muertos tras una explosión de origen desconocido en un autobús en China

Once personas han muerto en la explosión, por causas desconocidas, de un autobús en la provincia suroccidental de Guizhou, una de las más pobres del país, según ha informado la agencia estatal Xinhua. El suceso tuvo lugar cerca de una de las puertas de la sede de gobierno del distrito de Tianzhu. Seis de las víctimas perdieron la vida en el acto, otras cinco fallecieron en el hospital y quince personas más están hospitalizadas, según Xinhua.

Todavía se desconoce cuántas personas viajaban a bordo del vehículo en el momento de la explosión, cuyas causas se están investigando.

El terrorismo es un fenómeno casi inexistente en China y la mayoría de las explosiones intencionadas que ocurren en el país suelen ser obra de enfermos mentales y personas desesperadas que recurren a ese método para llamar la atención tras ser ignorados sus casos por las autoridades. También ha habido casos en los que este tipo de explosiones se utilizaron para solventar rencillas personales o comerciales.

El pasado mayo, sin ir más lejos, dos personas fallecieron en dos explosiones en sendos locales de internet provocadas por los propietarios de un negocio rival en la ciudad de Hefei, en la provincia oriental de Anhui. En diciembre del año pasado, un hombre causó otra explosión en un autobús, con once muertos, entre ellos su mujer, a la que quería matar, en la provincia central de Henan.

Los rebeldes uigures de la provincia noroccidental de Xinjiang son los únicos que han cometido atentados terroristas con fines políticos en China, aunque en los últimos cinco años no se ha informado de ningún ataque de este tipo perpetrado por ellos.