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Reportaje:

En Nueva York, no muevas tus caderas

Un colectivo convoca una 'mani-fiestón' de baile frente a la casa del alcalde Bloomberg para pedir la derogación de una obsoleta ley de 1926 que prohibe bailar en la Gran Manzana

¿En la ciudad que nunca duerme no se puede bailar?, cabe preguntarse. Pues, técnicamente, en virtud de una obsoleta ley de 1926, sólo 244 locales de los miles de bares y discotecas de la Gran Manzana están autorizados para ello. La ley, nunca derogada, había caído en el olvido, pero el anterior alcalde, Rudolf Guiliani, la recuperó para cerrar decenas de clubes. Hoy, el colectivo Metropolis in Motion ha convocado una mani-fiestón de baile frente a la casa del actual regidor Michael Bloomberg para pedir la eliminación de la ley.

La ley surgió en 1926 como un intento de evitar las relaciones interraciales y el "escándalo público" y aunque nunca fue derogada, durante años permaneció en el olvido. La polémica llegó cuando fue recuperada por el anterior alcalde de la ciudad, Rudolph Giuliani, para cerrar decenas de bares y clubes nocturnos, como parte de su proyecto de mejorar la "calidad de vida" y la seguridad de la ciudad.

Desde entonces, bailar se ha convertido en algo prohibido y clandestino. Millones de personas que cada noche se mueven al son de la música en las discotecas, bares y locales de la "ciudad que nunca duerme", se exponen a una multa o lo que es peor, a provocar el cierre del local, según ha denunciado un grupo de activistas, conocidos como Metropolis in Motion.

La organización denuncia que la ley sigue estando vigente bajo el mandato del republicano Michael Bloomberg, que no solo se niega a derogarla, sino que la sigue utilizando, como muestra el cierre del cinco locales en Manhattan el pasado mes de abril.

Por ello, este colectivo ha convocado para hoy una gran concentración de ciudadanos, activistas, bailarines, raperos y artistas callejeros frente a la casa del alcalde, con la intención de hacer lo que no pueden realizar en un club: bailar.

"Únete a nosotros y baila al aire libre para llamar la atención sobre la antigua y restrictiva Ley de Cabarets de la Ciudad de Nueva York", asegura en su convocatoria los activistas de Metropolis in Motion, que esperan convertir los aledaños de la residencia oficial en una gran pista de baile.

"Es solo una cuestión burocrática, Queremos que se derogue esta ley tan antigua, que solo estaba ideada para evitar que los músicos de jazz tocaran donde había gente de otras razas", explica uno de los activistas que acudirán hoy a la concentración.

Con la protesta, el colectivo quiere promover la derogación por vía legal, asesorados por la Unión de Libertades Civiles de Nueva York, y por el profesor de la Universidad de Nueva York, Paul Chevigny.

La Corte suprema se negó a derogar la ley

Tras una derrota el pasado mes de abril en la Corte Suprema de Manhattan, el grupo planea presentar una apelación el próximo mes de septiembre, con el argumento de que esta ley viola la libertad de expresión.

"Creo que el baile social es una actividad expresiva que debe estar protegida por la constitución del Estado de Nueva York", dijo Norman Siegel, antiguo presidente de la Unión de Libertades Civiles, al diario Village Voice.

Siegel culpa de la revitalización de esta ley al anterior alcalde, Rudolf Giuliani, que se ganó una fama internacional por los logros que obtuvo en los años 90 por reducir la criminalidad y el porcentaje de vagabundos.

Convertido en el "alcalde de América" por su actuación en los atentados del 11 de septiembre de 2001, Giuliani no solo redujo el numero de locales nocturnos, sino que ejerció una dura batalla contra los locales de streaptease y sexshops que poblaban la ciudad.

"En aquella época, en la que algunos vecinos se quejaban de los ruidos de los clubes nocturnos, Giuliani optó por cerrar los locales que no tenían licencia, en lugar de afrontar el problema real, que era el ruido", apuntó Siegel en declaraciones al diario gratuito AM.

Además, los activistas acusan al Departamento de Consumo, que emite las licencias de baile, de haber consolidado este instrumento como una herramienta legítima para controlar la proliferación de locales en la ciudad.

Jóvenes en un parque de Nueva York.
Jóvenes en un parque de Nueva York.

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