La policía sospecha que un grupo islámico de Cachemira es el culpable de la matanza de Bombay
Las autoridades regionales elevan el balance de víctimas de los ataques a 200 muertos y 714 heridos
Los atentados perpetrados ayer en Bombay parecen haber sido obra del grupo extremista islámico Lashkar-e-Taiba —Ejército de la Pureza—, cuya base de operaciónes se encuentra en Cachemira —la región disputada por India y Paquistán—, según ha informado hoy P.S. Pasricha, jefe de la policía de Maharashtra, Estado del cual Bombay es la capital. Sin embargo, también ha dicho que están esperando el informe de los expertos para confirmarlo.
"El modo de operación es similar al que han usado las células de Lashkar-e-Taiba pero no podemos confirmar aún que son ellos por que no han llegado los informes", ha declarado Pasricha. Sin embargo, el portavoz de Lashkar-e-Taiba ha negado estas afirmaciones. "Condenamos firmemente las explosiones en los trenes de Bombay y refutamos las acusaciones que implican a nuestro grupo con las masacres" ha dicho hoy a la agencia France Press. "Nuestra yihad [guerra santa] es contra las fuerzas indias en Cachemira. El islam no permite la muerte de inocentes", ha dicho.
En su día, Nueva Delhi ya acusó al grupo Lashkar-e-Taiba de ser culpable junto con otro grupo extremista islámico de un ataque contra el parlamento federal indio en diciembre de 2001, lo que provocó una crisis diplomática entre India y Pakistán. Los dos países se disputan la provincia de Cachemira después de su división en 1947. Nueva Delhi ha culpado de manera reiterada al Gobierno de Islamabad —capital de Pakistán— de ayudar a los rebeldes islamistas a operar en la parte india de Cachemira. Pakistán ha negado siempre estas acusaciones.
El rescate de los cuerpos
Mientras se trata de avanzar en la investigación, el primer ministro indio, Manmohan Singh, ha advertido de que su país "no se arrodillará" ante el terrorismo, al tiempo que ha alabado la forma en que Bombay se ha comportado. En un mensaje televisado a la nación, el primero tras los atentados, Singh no ha dado indicios sobre la posible autoría de esos actos y, en tono institucional, ha agradecido la reacción del pueblo de Bombay y Srinagar, capital de la Cachemira india, donde ayer también murieron ocho personas por la violencia.
Las siete explosiones simultáneas que se produjeron ayer martes en una línea de tren de Bombay, la capital financiera de India, han dejado ya 200 muertos y 714 heridos, según ha informado esta tarde R.R. Patil, viceministro del Estado de Maharashtra, al Parlamento estatal. Tras una noche de caos y alerta, las autoridades pretenden que la ciudad regrese hoy a la normalidad. Por ello, ya se ha restablecido el servicio en la línea de tren afectada, aunque muchos trenes operan con retrasos.
Las explosiones se iniciaron hacia las 18.00 horas (14.30, hora peninsular española), momento en el que las estaciones estaban abarrotadas por miles de indios que regresaban a sus casas después del trabajo, y tuvieron lugar en un intervalo de 20 minutos. La policía ha confirmado que se trata de un ataque terrorista y las autoridades han declarado el estado de alerta en todo el país. Ningún grupo terrorista ha reivindicado los ataques hasta el momento.
La línea de tren atacada es una de las más utilizadas del mundo. Todas las explosiones se han producido en vagones de primera clase de la línea férrea de Bombay, que fue posteriormente suspendida aunque ya se ha restablecido. Las estaciones en las explotaron alguna de los bombas son las de Khar, Mahim, Mira Road, Jogeshwari, Borivali, Matunga y Bandra. Todas ellas se encuentran ubicadas a las afueras de Bombay y son utilizadas cada día por miles de personas para desplazarse al centro de la ciudad. La Embajada de España en Nueva Delhi no tiene constancia de que algún ciudadano español se encuentre entre las víctimas.
Estado de alerta
Las autoridades indias han declarado el estado de alerta en todo el país, incluidos los aeropuertos, donde se han extremado las medidas de seguridad. En Bombay, la seguridad se ha reforzado en estaciones de tren y autobús, cines, mercados y otros lugares públicos. También en Nueva Delhi se ha reforzado la seguridad y la presencia policial ha aumentado en las principales zonas de la ciudad, con la instalación de puestos de control en las calles y el incremento de la vigilancia en lugares clave. Asimismo, se han colocado controles a las entradas y salida de la capital para investigar a los vehículos que transiten por esa zona.
El atentado múltiple de ayer es el más sanguinario que ha sufrido la capital financiera de India en los últimos tres años, después de que 50 personas murieran en agosto del 2003 en las explosiones simultáneas en varios hoteles de la ciudad. Además, unas 200 personas murieron en el peor accidente que ha sufrido la ciudad, en 1993, en unos centros comerciales.
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