Bush vuelve a ampararse en la peligrosidad de algunos presos para no cerrar Guantánamo
Estados Unidos y la Unión Europea coinciden en frenar los planes nucleares de Irán tras la cumbre de Viena
Con los mismo argumentos que utilizó el pasado 14 de junio tras su viaje sorpresa a Irak, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, ha reiterado a los representantes europeos que quiere cerrar Guantánamo pero que antes es necesario decidir qué hacer con los presos. Según ha dicho tras la Cumbre de Viena, algunos de los 400 detenidos de la prisión son "asesinos a sangre fría" y "tienen que ser juzgados" en EE UU, para lo que espera que el Tribunal Supremo determine cuál es la instancia "adecuada" para procesarlos. Para el resto de prisioneros, las autoridades estadounidenses tampoco tienen soluciones, "no podemos dejar a esa gente libre en la calle".
El Parlamento Europeo reclamó la semana pasada la clausura del penal de Guantánamo y pidió a EE UU que aplique las garantías del Derecho Internacional a los detenidos. La resolución fue aprobada por inmensa mayoría en la Eurocámara. De hecho, los europeos llevan semanas insistiendo en que la cumbre anual iba a ser el escenario en el que pedirían al presidente Bush que cerrase la prisión de Guantánamo, en especial tras el suicidio de tres de sus internos la semana pasada.
Pero el esperado anuncio del cierre del penal no ha llegado en la Cumbre de Viena, en la que el presidente estadounidense se ha vuelto a amparar en falta de una solución para los alrededor de 400 presos allí emplazados.
La asistencia de George W. Bush a la Cumbre de Viena ha motivado la protesta de miles de estudiantes. No obstante, ni siquiera se han podido acercar a las inmediaciones del Hofburg, donde se ha celebrado el encuentro: ayer por la tarde se cerró totalmente al tráfico el centro histórico de Viena y las cercanías del Hofburg están vetadas incluso a los peatones. El canciller austriaco y presidente de turno del Consejo, Wolfgang Schüssel, y el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, representan a la UE. A las cinco de la tarde está prevista la gran manifestación, convocada por la organización 'Resistencia para la paz', a la que se espera la asistencia de entre 10.000 y 15.000 personas.
Frente común contra los planes nucleares de Irán
Otro de los temas que han planeado sobre la cumbre entre EE UU y la UE ha sido el conflicto nuclear iraní. En este caso ambas potencias sí comparten un objetivo común: evitar que Irán siga adelante con sus planes nucleares. "No hay duda de que compartimos el objetivo" de evitar que Iran consiga desarrollar armas nucleares, ha dicho Bush a la prensa. Así, se ha comprometido a que su país se unirá a las negociaciones multilaterales sobre el país islámico, si éste suspende cualquier actividad de enriquecimiento de uranio.
Por la parte europea, Schüssel ha afirmado que ahora "es el momento adecuado" para que Irán acepte la propuesta y vuelva a la mesa de negociaciones. Por eso, la UE espera que Irán tome la "decisión correcta"; de lo que no han hablado ni Schüssel ni Bush es de las consecuencias que tomaría la comunidad internacional en caso de que el país asiático rechace su propuesta.
Precisamente hoy, el presidente iraní, Muhamad Ahmadineyad, ha puesto fecha a su respuesta a la propuesta del Consejo de seguridad de la ONU más Alemania: será a finales de agosto cuando apruebe o rechace una proposición que incluye los incentivos para animar a Irán a abandonar su programa de enriquecimiento de uranio. Ahmadineyad ha dicho ante centenares de seguidores en la ciudad de Hamdan que su país no renunciará a sus derechos.
Cambio climático
Por primera vez desde que el Gobierno de Bush abandonó el Protocolo de Kioto, a principios de 2001, Estados Unidos ha aceptado hoy un diálogo de alto nivel con la UE sobre cambio climático, dentro de un marco más amplio sobre energías limpias y desarrollo sostenible que empezará a funcionar a partir de este otoño en Helsinki.
La energía y el cambio climático son dos de las grandes novedades de la declaración que han aprobado europeos y estadounidenses en Viena. Ambas potencias lanzarán un diálogo estratégico en cuestiones de energía, a fin de tratar de asegurar el suministro, y también pedirán reglas claras en los mercados internacionales que afecten a países productores, de tránsito y consumidores. En este sentido, Rusia será mencionada por su papel clave en el suministro de gas a Europa y de petróleo al mercado internacional, tras el corte de sus envíos de gas en enero pasado.
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