Los maestros de Oaxaca amenazan con boicotear las elecciones presidenciales

Un violento choque entre maestros en huelga y policías de Oaxaca resucitó ayer la amenaza de los maestros de boicotear las elecciones presidenciales del 2 de julio en ese Estado, bastión del Partido Revolucionario Institucional (PRI). El saldo del enfrentamiento es confuso, pues el Gobierno reconoce que hay cuatro heridos y nueve detenidos, en tanto que un líder de los maestros habló de tres muertos y decenas de heridos.

El líder del magisterio oaxaqueño, Enrique Rueda, culpó al gobernador priísta del Estado de Oaxaca, Ulises Ruiz, del estallido de violencia, pues lanzó a la policía a desalojar a los profesores que desde hace 24 días ocupan la capital oaxaqueña y realizan acampadas delante de distintas oficinas publicas. Los maestros exigían en principio el pago de un sobresueldo por la subida del coste de la vida en la zona donde trabajan, pero ahora se niegan a negociar con el gobernador y reclaman su destitución.

Cientos de policías cayeron sobre los improvisados campamentos de los maestros, a los que desalojaron con gases lacrimógenos y golpes con garrotes. Los maestros, a cuyos dirigentes las autoridades señalan como integrantes de un grupo guerrillero, cedieron terreno ante la carga policial, pero después recuperaron a golpes sus posiciones, que mantenían al cierre de esta edición.

Los conflictos de maestros en Oaxaca son tradicionales, pero en esta ocasión se han radicalizado hasta el punto de que Rueda amenaza con impedir la instalación de mesas electorales si no se solucionan las demandas del gremio. Se niega a dialogar o negociar con el gobernador, e insiste en que el boicot a los comicios es un acuerdo sindical. En el paro participan unos 70.000 maestros que han dejado las aulas vacías, lo que afecta a cerca de un 1,4 millones de alumnos de primaria y secundaria.

Violencia en aumento

Los líderes del sector denunciaron que en la refriega murieron al menos tres personas, pero reconocieron que no tienen nombres de las supuestas víctimas. El gobernador, por su parte, negó esta versión. Las autoridades judiciales oaxaqueñas reconocieron que hay nueve detenidos y que cuatro personas resultaron heridas en el choque, dos por bando. Asimismo afirmaron que en el registro de dos locales sindicales fueron decomisadas varias armas, incluidos fusiles AK-47 y una granada, así como droga. Los maestros dijeron que el arsenal fue sembrado por la policía, lo mismo que la droga.

La amenaza que pesa sobre las elecciones se recrudeció ante la insinuación del gobernador de que se están estudiando nuevas acciones contra los huelguistas. No obstante, el Instituto Federal Electoral (IFE), encargado de velar por la buena marcha de los comicios, considera que la agudización de la confrontación en Oaxaca no significa un riesgo ni que se hayan encendido las luces rojas. El presidente de la Comisión de Organización, Arturo Sánchez, afirmó que están "blindando la elección para que el 2 de julio se pueda votar en Oaxaca". Miembros del Ejército mexicano vigilan los almacenes con las papeletas electorales.

El dirigente priísta César Augusto Santiago dijo —en un programa de radio— que en Oaxaca se da un conflicto que puede afectar la jornada del 2 de julio, precisamente en un Estado en el que el PRI y la alianza Por el Bien de Todos tienen una fuerte presencia entre los votantes, mientras que la del gubernamental y conservador PAN es muy relativa.