López Obrador se acerca a Calderón en los sondeos de México

El conservador Felipe Calderón encabeza las encuestas para elecciones presidenciales de México, pero el izquierdista Andrés Manuel López Obrador se le acerca, al recuperar terreno después de una caída drástica en las últimas semanas. Las encuestas más recientes adelantan una muy cerrada disputa por la presidencia mexicana en las elecciones del próximo 2 de julio.

Un sondeo del diario Reforma indicaba ayer que Calderón, candidato del gubernamental Partido Acción Nacional (PAN), cuenta con el 39% de las preferencias de los potenciales electores, mientras que López Obrador, del Partido de la Revolución Democrática (PRD), suma un 35%. Los datos publicados por el periódico confirman la tendencia registrada por la mayoría de las encuestas.

La nueva encuesta sobre las presidenciales mexicanas, que se celebrarán el próximo 2 de julio, registra una baja de un punto para Calderón y un alza de dos puntos de López Obrador.

Mientras tanto, Roberto Madrazo, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), no registró cambios y se mantiene en un lejano tercer puesto, con un 22% de las intenciones de voto.

María de las Heras, directora de la empresa Demotecnia, afirmó que la batalla por la presidencia mexicana "nunca estuvo abierta, como apuntaba su última encuesta [de Reforma], pues la mayoría de las encuestadoras indicaban que la diferencia entre el panista y el perredista era de entre uno y cuatro puntos".

La experta encuestadora asegura que, en medio de la lluvia de números que se ha dado en las últimas semanas, no ha sucedido nada que haya alterado la posición de los electores.

Guerra entre candidatos

María de las Heras también descartó que haya una guerra de encuestas en México, pero dejó claro que los que "los que están en guerra son los candidatos, que suponen que la encuesta es un arma y lo único que están consiguiendo es desacreditar a las encuestas". Felipe Calderón, en una primera reacción, dijo: "Una encuesta en el diario Reforma me vuelve a dar la ventaja (...), pero no vamos a bajar la guardia, vamos a trabajar intensamente, vamos a recorrer nuevamente todo el país, quizá varias veces, y vamos a hacer algo fundamental: seguir planteando propuestas".

A poco más de un mes, las elecciones presidenciales se vislumbran como "las más competidas de la historia", en palabras de José Buendía, director ejecutivo de la Fundación Prensa y Democracia, para quien los políticos han sobredimensionado el valor de las encuestas de opinión.

"Esto comienza a crear confusión, entre otras razones porque las encuestas se han convertido en parte de las campañas políticas", advirtió. Sin duda, insistió, "algunos estrategas pretenden convertirlas [las encuestas] en oráculos, y esto es algo que no se les puede pedir, porque las encuestas son pulsos de la opinión pública en determinado momento, y lo que modifica el éxito o no de un candidato es su propia campaña".

De las Heras y Buendía coinciden en que todavía son muchos los votos que no se han decidido y pueden dar un vuelco a las proyecciones disponibles. En su último informe, Demotecnia daba a Calderón el 36% de las intenciones de voto, a López Obrador el 33% y a Madrazo el 28%.

El debilitamiento registrado por Reforma se da en coincidencia con el inicio de una veda impuesta por el Instituto Federal Electoral (IFE) sobre los gobernantes, que no pueden promocionar las obras de su Administración ni realizar actos que puedan ser interpretados como un apoyo a los candidatos de su partido.

El PRI y el PRD han hecho un frente común en una serie de denuncias contra el presidente, Vicente Fox, al que culpan de proselitismo político a favor de Felipe Calderón.

La semana que viene se espera una nueva cascada de encuestas, ya que será entonces cuando la campaña presidencial entre en la recta final.

Tanto Buendía como De las Heras no dejan fuera de los pronósticos al PRI y apuntan que los priístas tienen el voto duro más amplio de todos los partidos, debido a que tanto Calderón como López Obrador dependen principalmente de los votantes volátiles, que pueden modificar su intención de voto en cualquier momento.