Cuba conmemora el 45º aniversario de su victoria en Bahía de Cochinos
Castro afirma que Cuba no provocará una guerra contra EE UU pero que tampoco le "suplicará" paz
Cuarenta y cinco años después de la victoria cubana frente a un ejército de invasores entrenados por la CIA en Playa Girón (Bahía de Cochinos), Cuba y Estados Unidos continúan siendo enemigos irreconciliables. Desde el pasado fin de semana se suceden en Cuba homenajes a las víctimas de la batalla y el presidente, Fidel Castro, denunció esta noche en un discurso que el hostigamiento de Washington contra la isla no ha cesado, y afirmó que no provocará una guerra con EEUU, aunque tampoco "suplicará" la paz.
"Ha sido un incesante batallaje durante 45 años", dijo anoche el líder cubano en el Teatro Karl Marx de La Habana, con capacidad para 5.000 personas, abarrotado de ex combatientes y cuadros de las Fuerzas Armadas revolucionarias (FAR) y del Ministerio del Interior (Minint). "No provocamos guerra, ni provocaremos guerra, pero jamás suplicaremos la paz de la que nos han privado (los EE UU) durante tanto tiempo, casi medio siglo", añadió.
El 15 de abril de 1961, aviones B-26 enviados por Estados Unidos bombardearon bases cubanas para aniquilar a la Fuerza Aérea Revolucionaria y facilitar el desembarco en Playa Girón de la "Brigada 2506", compuesta por exiliados y mercenarios que habían sido entrenados por la CIA en Guatemala y Nicaragua.
En la madrugada del 17 de abril de 1961, un día después de que Castro declarara el carácter socialista de la revolución que le llevó al poder en enero de 1959, un ejército de 1.300 brigadistas, fuertemente armados y apoyados por aviones y buques de la fuerza naval estadounidense, intentó desembarcar en varios puntos de Bahía de Cochinos, unos 180 kilómetros al sureste de La Habana. El objetivo era derrocar a Castro, provocar una revuelta popular y nombrar un "gobierno provisional" que se había formado en Miami (EE UU).
72 horas de combates y 200 muertos
Tras 72 horas de intensos combates, el 19 de abril, los cubanos derrotaron a los atacantes y acabaron con la operación "Pluto", como había sido bautizada por la Agencia Central de Inteligencia (CIA). La batalla de Girón, la primera prueba de fuego que superó la revolución de Castro, concluyó con cerca de 1.200 prisioneros y más de 200 muertos de ambos bandos. Los prisioneros fueron juzgados, condenados y canjeados en 1963 por alimentos y medicinas procedentes de Estados Unidos.
La victoria de Cuba, que contribuyó a consolidar la revolución, supuso un rotundo fracaso para la CIA, una humillación para la administración del entonces presidente estadounidense, John F. Kennedy, que había heredado la operación de su antecesor, Dwight Eisenhower, y marcó las conflictivas relaciones futuras entre La Habana y Washington. Cuarenta y cinco años después, las relaciones entre Cuba y EEUU no han mejorado, aunque Washington parece haber descartado las acciones militares contra el régimen de Castro.
En estos años, La Habana no ha dejado de acusar a EEUU de estar detrás de muchos de los intentos de asesinato del líder cubano y de intentar desestabilizar la revolución, que hoy cuenta con nuevos aliados en América Latina, como Venezuela y Bolivia. En el 2001, en vísperas del 40 aniversario del combate, los viejos enemigos se reencontraron en La Habana y Playa Girón en la conferencia "Girón: 40 años después", a la que asistieron decenas de académicos, políticos, militares y exiliados que integraron la "Brigada 2506". Playa Girón es hoy una zona turística que alberga un museo, inaugurado por Castro en 1976.
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