EE UU y Europa piden la intervención del Consejo de Seguridad de la ONU en la crisis nuclear iraní

Al igual que sus colegas europeos, la consejera de seguridad estadounidense, Condolezza Rice, ha advertido hoy a Irán de que el Consejo de Seguridad de la ONU, con capacidad para establecer sanciones, tendrá que implicarse en la crisis desatada por la decisión de Teherán de reanudar su actividad nuclear.

Rice ha respaldado el cambio de postura de la UE, que ahora parece decantarse más por las sanciones tras comprobar que el diálogo con Irán no ha arrojado ningún avance en dos años, y ha recordado que la comunidad internacional cuenta con "una serie de herramientas a su disposición" para hacer frente a la actitud de Irán y las aplicará "en el momento que más le convenga".

La secretaria de Estado no ha querido pronunciarse acerca de si su país contará con los votos necesarios dentro del Consejo de Seguridad para aprobar sanciones contra la República Islámica. Sin embargo, sí ha asegurado que "está muy claro que todo el mundo cree que se ha traspasado un umbral muy importante".

Rice ha ofrecido su rueda de prensa tras una conversación telefónica con los ministros de Exteriores del Reino Unido, Francia y Alemania, los tres países que negociaron con Irán en nombre de la Unión Europea y que esta tarde han reclamado desde Berlín una implicación del Consejo de Seguridad en respuesta a la decisión de Irán de reanudar los trabajos de enriquecimiento de uranio, paso previo para la fabricación de armas atónicas.

Irán mueve ficha

Las autoridades iraníes, quizá intimidadas por la firmeza aparente de la postura exhibida hoy por la UE y EE UU, han variado en las últimas horas su postura de intransigencia y ahora estarían dispuestas a retomar "unas negociaciones serias y constructivas" con Reino Unido, Francia y Alemania, según ha asegurado esta noche (hora española) el secretario general de la ONU, Kofi Annan, después de hablar con altos responsables de Irán, dispuestos a reanudar los contactos pero con un marco temporal, ya que "el último tiempo duró dos años y medio y no dio ningún resultado".

"Punto muerto"

En una rueda de prensa junto al Alto Representante de Política Exterior y de Seguridad de la Unión Europea, Javier Solana, los ministros del llamado G-3, la troika comunitaria que trata de encontrar una salida desde 2003 a las ambiciones nucleares iraníes, han coincidido en su pesimismo en torno a la actual crisis, después de que el régimen de los ayatolás decidiera reanudar sus actividades nucleares en varias centrales precintadas por la ONU. "Creemos que ha llegado el momento de que el Consejo de Seguridad se implique para reforzar la autoridad de las resoluciones del OIEA", ha dicho el ministro de Exteriores alemán Frank-Walter Steinmeier.

El canciller alemán ha dicho que las conversaciones con Irán "han llegado a un punto muerto", y por eso se ha decidido pedir al consejo de gobernadores del OIEA que elabore un informe sobre la situación, con el deseo de que este organismo consulte después al Consejo de Seguridad de la ONU, ha explicado el ministro. "Seguimos dispuestos a encontrar una solución diplomática, multilateral y pacífica", ha recordado acto seguido.

Su colega británico, Jack Straw, ha culpado directamente a las autoridades iraníes de la situación de bloqueo actual, y ha recordado que la UE ha ofrecido sin éxito colaboración de todo tipo a Irán a cambio de que el país árabe renunciara a su programa nuclear. "Es muy de lamentar que a pesar de todos los esfuerzos, Irán haya decidido dar la espalda a la comunidad internacional". Estamos en "un callejón sin salida", ha resumido Straw antes de pedir un encuentro extraordinario del OIEA, organismo dependiente de Naciones Unidas. Además, no ha descartado que el dossier iraní pase después a manos del Consejo de Seguridad de la ONU, que tiene potestad para sancionar a Irán. Según Straw, la decisión de las autoridades iraníes de romper los precintos en tres instalaciones nucleares es un "incumplimiento de sus compromisos".

En busca de la unidad

El ministro francés Philippe Douste-Blazy ha querido resaltar la importancia de lograr "la mayor unidad posible" en la comunidad internacional y que para eso "se debe sensibilizar a China con el problema". En cuanto a Rusia -junto a China el segundo miembro del Consejo de Seguridad al que hay que convencer- Douste-Blazy ha recordado que Moscú hizo propuestas muy concretas (enriquecer el uranio destinado a Irán en su territorio) que no han sido aceptadas por Teherán.

Por otro lado, Solana ha querido aclarar que "no tenemos ninguna disputa con el pueblo de Irán. Es una nación libre a la que respetamos; no queremos negar su derecho a que tengan un programa civil de desarrollo nuclear, pero no podemos tolerar esta falta de claridad" y colaboración de las autoridades de Teherán.