Los jefes antidroga de Guatemala detenidos en EE UU estaban siendo investigados desde junio
Adán Castillo se había granjeado la confianza de la Embajada estadounidense en su país
Adán Castillo, jefe del Servicio de Análisis e Información Antinarcóticos (SAIA) y uno de los máximos responsables de la lucha antidroga en Guatemala que fueron detenidos el martes en Estados Unidos acusados de colaborar con el narcotráfico, había logrado ganarse la confianza de la Embajada estadounidense en Guatemala, hasta tal punto que obtuvo la recomendación de EE UU para su nombramiento como jefe máximo en el combate al tráfico de drogas. El ministro guatemalteco de Gobernación, Carlos Vielmann, explicó que desde junio pasado los pasos de los tres detenidos eran seguidos atentamente por las autoridades de los dos países.
Fuentes diplomáticas señalaron a este diario que el diseño y la ejecución de la lucha contra el narcotráfico en Guatemala tienen el sello de la DEA, la agencia antidrogas estadounidense.
Adán Castillo, que en tiempos no lejanos contaba con el respaldo de La Embajada, como es conocida en Guatemala la representación diplomática de EE UU, y de la agencia de cooperación estadounidense, dejó de ser un hombre de confianza en los últimos meses y empezó a ser investigado por la DEA. Según Carlos Vielmann, "dejamos que siguieran trabajando y cubriendo sus actividades para que no sospecharan". El ministro, además, adelantó que en los próximos días saldrán a la luz nuevos nombres de personas e instituciones implicadas en el tráfico de droga. Fuentes no oficiales indicaron que algunos militares guatemaltecos figuran en la lista.
El plan funcionó a la perfección. Adán Castillo; su adjunto, subcomisario Jorge Aguilar, y el oficial Rubilio Orlando Palacios, jefe del SAIA en el puerto de Santo Tomás de Castilla, viajaron el lunes al Estado de Virginia para asistir a un curso impartido por la DEA sobre controles portuarios en la lucha antidrogas. Poco imaginaban a su llegada que quienes les esperaban al pie de la escalera del avión llevaban una orden de detención. Del aeropuerto fueron trasladados directamente a una cárcel de máxima seguridad.
Los tres funcionarios guatemaltecos, considerados por la DEA "piezas clave del trasiego de la droga" hacia Estados Unidos, comparecieron el miércoles ante un tribunal de Washington acusados de presunta conspiración para distribuir droga en Estados Unidos, según declaró la fiscal Alice Fisher. El portavoz de la embajada de EE UU en Guatemala, Ryan Rowlands, aseguró que las investigaciones continúan, y los detenidos permanecerán en territorio estadounidense a la espera de juicio.
Según los investigadores, Castillo y sus cómplices facilitaron la entrada en Estados Unidos de grandes cantidades de droga, y desde sus puestos privilegiados colaboraron con los carteles latinoamericanos. El miércoles por la tarde, la policía realizó un allanamiento en la sede del SAIA y descubrió en la oficina del jefe 19 kilos de cocaína no revelada, 23.000 dólares y dos granadas, una escopeta y munición para fusil AK-47, supuestamente ajenos al equipo de la institución. Las detenciones en EE UU coincidieron con la incautación de 997 kilos de cocaína en un contenedor que transportaba el barco Gala Puebla, procedente de Venezuela.
El 4 de noviembre pasado, Castillo concedió una entrevista al diario Siglo Veintiuno, en la que amenazaba con dimitir por falta de apoyo de las autoridades. Decía el jefe de la lucha antidroga que en Guatemala no hay voluntad para combatir el narcotráfico y que "no la va a haber por lo menos en unos 100 años Las organizaciones están muy fuertes. Se considera que son casi dueños de la tercera parte del país. Es un tema muy difícil que con el paso del tiempo se va poniendo peor".
El presidente guatemalteco, Óscar Berger, calificó a Castillo como un oficial responsable y valiente.
Después del escándalo, que el diario Prensa Libre calificaba en su editorial de "duro golpe a la moral del país", no han faltado las reacciones en las esferas oficiales. El presidente Berger ha declarado: "No es sorprendente, porque había sospechas y algunas pruebas de las acciones al margen de la ley". Por su parte, el director de la Policía Nacional Civil, Edwin Uperisen, dijo que las detenciones servirán "para repotenciar la sección; la cabeza falló y se debe hacer una reestructuración con el apoyo de la comunidad internacional". La DEA tiene previsto enviar en las próximas semanas a Guatemala una fuerza especial de 12 personas entrenadas en la lucha antinarcóticos.
El equipo recibe actualmente entrenamiento en la ciudad de Quántico, en Virginia, donde hay una base del FBI. Así lo anunció el jefe de operaciones de la agencia estadounidense, Michael Braun, en una comparecencia ante el Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes en Washington, el pasado 9 de noviembre.
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