Frenar en el último momento
Una brutal tormenta, que descargó en menos de tres horas toda la lluvia que suele caer en un año en la zona de Bari, al sur de Italia, llenó de pronto los cauces secos y se llevó puentes como los de esta línea ferroviaria. A punto estuvo de descarrillar un convoy de alta velocidad de trenitalia, el de la foto, que sólo se salvó de descarrilar gracias a una providencial frenada del maquinista. Por los pelos.
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