Schröder y Merkel luchan hasta el final por el voto de los indecisos
El canciller llama a la movilización socialdemócrata para remontar la ventaja de la oposición.- La candidata democristiana pide el "voto del cambio"
Los partidos alemanes han prolongado la campaña para las elecciones de mañana hasta el último minuto, sin la tradicional pausa de reflexión, ante lo apretado de las encuestas y del gran número de indecisos entre las opciones representadas por el canciller, el socialdemócrata Gerhard Schröder, y su rival, la cristianodemócrata Angela Merkel. Según las últimas encuestas, un 25% de los electores afirma no saber a quién votará mañana. Además, la ventaja que llegó a disfrutar la oposición en los sondeos de hace unas semanas se ha visto disminuida considerablemente.
La Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel sigue siendo el partido más fuerte, con una intención de voto de entre el 41 y el 43%, pero no está claro si ese resultado le permitirá gobernar con su potencial socio de coalición, el Partido Liberal (FDP). Así las cosas, los partidos han optado por seguir la lucha hasta el final, rompiendo con una ley no escrita -en Alemania no existe la jornada de reflexión como figura legal- según la cual la campaña termina el viernes anterior a las elecciones. Schröder y Merkel han participado esta mañana en actos en el Estado federado de Renania del Norte de Westfalia: el canciller ha hablado en Recklinghausen y, la candidata, en Bonn.
Durante la tarde, Schröder ha participado en un mitin en Francfort, en un acto en el que ha estado acompañado por el Premio Nobel de Literatura Günter Grass, mientras que Merkel ha visitado en esa misma ciudad el Salón del Automóvil en compañía del primer ministro del Estado federado de Hesse, su compañero de filas Roland Koch. Joschka Fischer, ministro de Exteriores y máxima figura de Los Verdes, socio minoritario de la actual coalición de Gobierno, acude a Hamburgo, mientras que el líder liberal, Guido Westerwelle, hará un último acto en Colonia poco antes de la medianoche. Pero los mensajes de última hora no han aportado novedades. Merkel se ha remitido a las cifras del paro, que Schröder no ha logrado reducir en sus siete años de gobierno, y ha reiterado sus recetas de reducir impuestos y flexibilizar aún más el mercado laboral.
Las posibilidades para formar gobierno
También ha pedido el "voto por el cambio" porque Alemania "necesita un futuro". Schröder, por su parte, ha recordado que su Gobierno tuvo que afrontar reformas que habían sido aplazadas durante los 16 años de la era de Helmut Kohl y asumió con valor "un difícil proceso" que les ha traído "muchas amarguras". Además, ha advertido del peligro de que los planes de la CDU rompan la cohesión social. El canciller ha llamado además a la movilización de todas las fuerzas socialdemócratas para remontar la ventaja que de Merkel: "Piensen mañana cuando vayan a votar en llevar también al abuelo y a la abuela, siempre y cuando vayan a votar por el Partido Socialdemócrata" (SPD).
La lucha de Schröder en las últimas semanas ha llevado a su partido a un repunte increíble en las encuestas aunque, con porcentajes de intención de voto entre el 33 y el 35%, siga demasiado lejos de la CDU. Los tres partidos pequeños que los sondeos sitúan en el Parlamento, el Liberal, Los Verdes y el poscomunista Partido de la Izquierda, pueden terminar siendo el factor decisivo a la hora de formar gobierno. Las encuestas ven dos posibilidades: o bien la CDU y la FDP logran juntos una mayoría o bien se produce una situación en la que ni esta alianza ni la actual coalición de Gobierno, del SPD y Los Verdes, logren formar gobierno. Ante ello quedarían dos salidas, descartadas por todos los partidos: una gran coalición entre la CDU y el SPS o una alianza tripartita socialdemócratas-verdes-poscomunistas.
Y una tercera, un gobierno de minoría, atípica para la política alemana. Merkel lucha por evitar esa situación incómoda, que sería vista por todos como una derrota personal para ella, y acusa a Schröder de haber despertado miedos irracionales con su estrategia en la última recta de la campaña electoral. Schröder lucha por un milagro, confiando en ganarse a los indecisos en el último momento, que le permita, contra todos los pronósticos, mantener su coalición con Los Verdes. Esa lucha, según el titular de un diario de circulación nacional, proseguirá "hasta las 17.59 horas del domingo", es decir, hasta un segundo antes de que se cierren los colegios electorales. Entre los rumores que corren está incluso el de que Merkel, tras una victoria pírrica, volvería a buscar la disolución del parlamento para convocar otra vez elecciones.
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