Los preparativos para las elecciones afganas van por "buen camino" pese a la amenaza insurgente
Se espera una amplia participación ciudadana en los comicios de mañana
Todo parece dispuesto para que 12,5 millones de afganos elijan mañana un nuevo Parlamento. En unas horas se abrirán las urnas y se decidirá la composición de la Wolesi Jirga (Cámara Baja) y de los Consejos Provinciales, el primer paso hacia la democracia después de un cuarto de siglo de guerra. La Comisión Electoral de Afganistán (JEMB) ha asegurado que los preparativos de los comicios van por "buen camino", y así lo ha considerado también el Ejército estadounidense en Afganistán, que prevé una amplia participación ciudadana, aunque todos tienen muy presente la amenaza que supone la insurgencia para la seguridad de los comicios.
Anoche, diez personas, entre ellas tres policías y siete talibanes, murieron al sur de Kabul y en la provincia sureña de Kandahar en los últimos incidentes de violencia ocurridos en este país convulso. "Mañana es un día que planteará muchos retos, especialmente en el aspecto de la seguridad, pero esperamos que sea pacífico y lleve a la constitución de unas instituciones parlamentarias creíbles en Afganistán", apuntó Peter Erben, jefe electoral de la JEMB. Jean Arnault, representante especial del secretario general de la ONU para Afganistán, aseguró por su parte que la cita electoral de mañana es "histórica" y permitirá que emerja "una nueva cultura política" en esta nación destruida por décadas de guerra.
40 millones de papeletas electorales de tamaño "sábana" de periódico, acompañadas por símbolos como camellos, calculadoras o autobuses se están todavía distribuyendo hasta las más remotas zonas de Afganistán, con un peso total de 1.142 toneladas, al igual que 7.000 litros de tinta en 140.000 botellas. Para evitar una nueva controversia sobre la tinta indeleble, como la que el año pasado empañó la rotunda victoria de Hamid Karzai en los comicios presidenciales, se ha evitado que el producto proceda de la vecina India y se ha encargado a una empresa canadiense.
Para llevar las papeletas a las zonas más remotas, la Comisión Electoral, integrada por el Gobierno afgano y la ONU, ha debido alquilar 1.200 burros, 300 caballos y nueve helicópteros, todos ellos protegidos con su correspondiente escolta. El objetivo es que no se pueda emitir un sufragio en más de una ocasión, aunque los observadores de la Unión Europea (UE) han constatado que algunos afganos se han registrado en más de una localidad. La Comisión Electoral de Afganistán ha puesto especial atención en la tinta para asegurarse de que no podrá borrarse fácilmente del dedo, como ocurrió durante las presidenciales de octubre pasado.
Otro detalle peculiar de estos comicios es que los candidatos son identificados en las papeletas, además de por sus fotos, por los más variados símbolos, desde botas hasta patos, prismáticos o cubiertos, aunque se ha prohibido cualquier referencia al Corán. Ello se debe a que la inmensa mayoría de la población es analfabeta -más del 70 por ciento de media aunque hasta el 85 por ciento entre las mujeres- y así se pretende ayudar a que los votantes identifiquen al candidato deseado.
En cuanto a la seguridad, el lugarteniente Eikenberry dijo que los insurgentes no dudarán en atacar los miles de puestos electorales distribuidos por el país y en los que trabajan numerosos ciudadanos afganos. De hecho, la seguridad, especialmente en el sur y en el este del país, donde los talibanes son más activos, ha sido la principal preocupación durante los preparativos de las elecciones. Sin embargo, Eikenberry se mostró optimista y previó una amplia participación en los históricos comicios de mañana.
Los talibanes, que han matado ya a varios candidates, anunciaron esta semana que boicotearán las elecciones y han amenazado con atacar a las tropes internacionales.
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