La izquierda mexicana, dividida ante la elección de un aspirante a la presidencia

La disputa por la candidatura presidencial mexicana para los comicios del año 2006 se ha complicado tras el lanzamiento de una iniciativa para crear un frente amplio de izquierda, impulsada por los partidos del Trabajo y Convergencia y a la que se ha visto obligado a sumarse el Partido de la Revolución Democrática (PRD), que ya daba por seguro que el candidato de la izquierda sería su militante y favorito en las encuestas de cara a las presidenciales, el ex alcalde de la Ciudad de México, Andrés Manuel López Obrador.

El lanzamiento de la convocatoria de formación del frente, cuyo primer promotor fue el líder histórico perredista Cuauhtémoc Cárdenas (enfrentado con López Obrador), ha sacudido a los medios políticos mexicanos, e incluso a la selva del sureño Estado de Chiapas, donde el subcomandante Marcos aclaró que los zapatistas "no estamos invitando a votar por uno u otro candidato, por uno u otro partido político". Incluso prometió que respetará la decisión de los electores y "no seremos jueces de lo que hagan o dejen de hacer" en los comicios de 2006.

López Obrador, al que incontables perredistas y grupos de ciudadanos daban ya como virtual candidato de la izquierda, realizaba una gira por el norte de México y allí recibió la noticia de que su partido —forzado por las circunstancias— había aceptado la idea de crear el frente y con ello entrar en el debate de un programa de acción conjunta para más tarde definir la candidatura presidencial.

En la ciudad de Monterrey, importante centro de decisiones político-económicas, el ex alcalde reaccionó de inmediato, pero con cautela, cuando dijo: "Vamos a esperar primero. No sé bien en qué términos se dio ese encuentro, pero nosotros estamos dispuestos a sumar para que podamos avanzar mejor. Sumar es que todos nos pongamos de acuerdo y saquemos adelante el proyecto alternativo de nación". Sin embargo, denotó sorpresa al señalar: "Estoy dispuesto a hacerme a un lado, ya que no estoy luchando por cargos públicos. No soy un ambicioso vulgar; yo tengo principios, tengo ideales".

Hace meses, López Obrador prefirió la creación de redes ciudadanas que captaran el voto de ciudadanos independientes o no perredistas, antes que hablar de alianzas partidistas. Con todo, el presidente del PRD, Leonel Cota, fue arrastrado a sumarse a la idea de la creación del frente, que se anunció en un acto de aniversario del Partido del Trabajo. Sin embargo, aclaró que el mejor candidato de la izquierda es Andrés Manuel López Obrador, que cuenta con un proyecto alternativo de nación y lidera los sondeos.

A pesar de la popularidad del ex alcalde, el nombre de Cárdenas como posible candidato presidencial por cuarta ocasión ha vuelto a sonar después de que hace unas semanas se retirase de la disputa interna de la candidatura del PRD, ya que consideraba que López Obrador no tiene un proyecto de izquierda y que se ha apoderado del partido —ha designado a sus incondicionales en los puestos clave— y negado el debate de ideas. Al parecer, el frente podría generar el surgimiento de otros aspirantes de la izquierda, en un intento de crear un contrapeso a la popularidad y aceptación del perredista López Obrador.

Encuestas favorables

Mientras eso ocurría, y las encuestas reflejaban que el ex alcalde continúa al frente de las preferencias para los comicios del año entrante, el jefe del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) informaba desde la selva chiapaneca que los zapatistas no impulsarán el abstencionismo en las presidenciales de 2006, pero renovaba sus ataques a López Obrador, a quien ha culpado de haber abandonado los ideales izquierdistas y populares, además de haberse rodeado de salinistas (gente identificada con el ex presidente Carlos Salinas de Gortari).

Ante varios centenares de simpatizantes, Marcos dijo que su posición crítica hacia el PRD y López Obrador seguirá "hasta que consideremos, nosotros [los zapatistas] y nadie más, que le ha quedado claro a quien debe quedarle claro, y hasta que allá arriba abandonen definitivamente la esperanza de que el proyecto de control que se ofrece incluye controlar al zapatismo".

Los impulsores del frente amplio de izquierda no han decidido fechas para elegir candidato —cuentan hasta enero del año entrante para registrarlo, en caso de que lleguen a un acuerdo en firme—, pero la simple idea afecta a la precampaña que López Obrador realizaba ya con su proyecto personal de Gobierno bajo el brazo y con la que pretendía recorrer el país en busca de la candidatura perredista, a pesar de que no tiene contrincante alguno en su partido.