Continúa la recuperación de cadáveres tras el accidente de avión ayer en Venezuela

Los equipos de rescate venezolanos y colombianos continúan hoy intentando recuperar de los escombros los cadáveres de los pasajeros y tripulantes que viajaban en el avión de la compañía colombiana West Caribbean Airways que ayer se estrelló en el norte de Venezuela sin dejar supervivientes. Varios camiones de mercancía transportan los restos mortales envueltos en plástico desde Machiques, donde colisionó el aparato, hacia Maracaibo, a unos 50 kilómetros.

Las intensas lluvias propias de la temporada dificultan enormemente las labores, ya que la Sierra de Perijá, donde se produjo el accidente, se ha convertido en un gran lodazal de difícil acceso. Muchos de los cadáveres se encuentran mutilados y una quincena de expertos de los servicios de investigación CIPC practican ya las primeras autopsias y recogen las huellas digitales para facilitar la identificación de los cuerpos.

El personal de salvamento ha trasladado ya al menos 135 cuerpos a las morgues del instituto médico-legal y del hospital universitario de Maracaibo, en el campus universitario de la Universidad de Zulia, según ha indicado la portavoz de protección civil de esta ciudad petrolera venezolana. Los efectivos militares desplazados al lugar han encontrado una de las cajas negras del aparato MD-82, que quedó completamente destrozado al hacer explosión tras la colisión.

Según la lista de espera, que las autoridades venezolanas no han querido difundir "por prudencia", entre los fallecidos podría haber cuatro niños y un bebé. Los 152 pasajeros eran franceses de la isla caribeña de Martinica y los ocho tripulantes, colombianos. El vuelo procedía de Panamá y se dirigía a Martinica.

Dificultad por las lluvias

El director de protección civil, Antonio Rivero, ha advertido de que la recuperación de todos los cadáveres podrá alargarse unos días más debido a que los restos mortales y los escombros del aparato se encuentran desperdigados a lo largo y ancho de al menos tres hectáreas en una zona de difícil acceso. A su vez, la directora de las investigaciones sobre accidentes aéreos del ministerio de Infraestructuras, Lodlys Ramos, ha anunciado que Francia enviará hoy una delegación de 15 policías y gendarmes especializados en la identificación de cadáveres para apoyar a los funcionarios venezolanos y colombianos que trabajan en la investigación.

El ministro venezolano del Interior, Jesse Chacón, explicó ayer que el siniestro, el "más trágico" en la historia de Venezuela, se debió muy probablemente a una avería en dos motores del avión, lo que provocó una caída del aparato a una velocidad de unos 2.000 metros por minuto. Testigos de la zona hablaron de una "inmensa bola de fuego" y poco después oyeron una "fuerte explosión".

Se trata de una de las tres peores catástrofes aéreas de Latinoamérica y el cuarto accidente de avión que se produce en el mes de agosto.