Policía y activistas se enfrentan a pocas horas de la apertura
Miles de personas se manifestarán a media mañana contra el actual sistema económico
Agentes de la policía y manifestantes contrarios al G-8 se han enfrentado a primera hora de esta mañana cuando los activistas han roto las ventanillas de varios coches y han intentado bloquear una de las principales carreteras de acceso a Gleneagles, Escocia, donde comenzará dentro de unas horas la cumbre de los jefes de Estado y de Gobierno de los ocho países más industrializados del mundo.
La cumbre comenzará hoy en Gleneagles, un suntuoso hotel situado en plena campiña escocesa, a unos 70 kilómetros de Edimburgo, y durará hasta el viernes. Como es habitual, la cita ya ha provocado manifestaciones de grupos contrarios al actual sistema económico y político mundial.
Los primeros enfrentamientos entre policías y manifestantes se produjeron esta madrugada. Dos activistas fueron arrestados tras haber atacado a dos agentes, según fuentes policiales británicas, mientras que otros bloquearon, al parecer, una carretera de las cercanías e intentaron cerrar una estación de tren.
Pero la manifestación más esperada está prevista para media mañana, convocada por la plataforma "G-8 alternativo". Unas 5.000 personas pertenecientes a grupos de izquierda exhibirán sus pancartas y vociferarán sus protestas en el momento de la llegada de los jefes de Estado y de Gobierno de los ocho países.
Objetivos de la cumbre
El cambio climático y la lucha contra contra la pobreza en África son sin duda los temas estrella, aunque las expectativas de lograr acuerdos importantes se han ido disipando desde ayer. El primer ministro británico, Tony Blair, ha asegurado que cualquier solución para el cambio climático debe pasar por el compromiso de Estados Unidos. Pero su presidente, George W. Bush, ha indicado que no está dispuesto a firmar ningún protocolo parecido al de Kioto y que no cambiará su posición como muestra de agradecimiento a Blair por haber apoyado la guerra en Irak. EE.UU. lleva tiempo apostando más por una política basada en lograr energías más limpias, que por las restricciones de Kioto.
Las decisiones sobre la ayuda económica a África y el alivio de la deuda de los países del tercer mundo pueden acabar teniendo menos importancia de la esperada, debido a la falta de acuerdo de los miembros del G-8.
Fuertes medidas de seguridad
En previsión de las protestas, las autoridades británicas han desplegado más de 10.000 agentes de policía con la intención de garantizar la seguridad de sus participantes. Las medidas se ha reforzado en Auchterarder, la ciudad escocesa cercana al hotel donde se reúnen los líderes de la cumbre. La zona se ha vallado, creando un perímetro de seguridad de ocho kilómetros con vallas de dos metros de alto. A su vez, las calles aledañas se están patrullando.
También en Edimburgo se han extremado las precauciones ante los posibles altercados que se produzcan con motivo de la cumbre. Se espera que varios cientos de miles de personas tomen las calles de la ciudad. Cientos de furgones policiales patrullaron ayer por las calles de Edimburgo, y numerosas tiendas ya se han protegido con paneles de madera por temor a un nuevo brote de violencia.
Además, mañana se celebra en la capital escocesa el último de los conciertos del evento solidario Live 8, en el que participará el cantante de U2, Bono, entre otros artistas. Las autoridades calculan que más de un millón de personas podrían acudir al concierto.
La policía escocesa espera para hoy acciones de varios grupos violentos organizados, como las que se han producido el lunes y el martes. El temor de las fuerzas de seguridad a nuevos disturbios ha cobrado fuerza por la aparición de unos panfletos del grupo radical "Disentir", que anima a cortar carreteras para impedir que delegados del G-8 hospedados en Edimburgo puedan acudir a Gleneagles.
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