Más de 30 soldados y policías iraquíes mueren en dos ataques suicidas en Baquba y Bagdad
Un hombre vestido de soldado accionó su carga explosiva cuando un grupo de militares almorzaba en el restaurante de una base militar iraquí
Dos ataques suicidas han causado hoy la muerte de más de 30 personas, la mayoría soldados y policías, en Irak. Por la mañana, al menos 26 militares han muerto y otros 29 han resultado heridos en un ataque contra una base militar iraquí al norte de Baquba. Por la tarde, al menos 10 policías han fallecido en un atentado con bomba perpetrado en un barrio chií de Bagdad contra una patrulla policial.
El primer ataque se ha producido a la hora del almuerzo en la localidad de Al Jalis, a unos 10 kilómetros de Baquba y 55 de la capital iraquí. Fuentes iraquíes han informado de que un hombre, ataviado con un uniforme militar, estuvo esperando hasta que un grupo de soldados se reunió en el lugar para comer antes de hacer explosionar la carga que llevaba consigo.
Los soldados pertenecían al batallón Al Salam, de la Segunda Brigada del Ejército de Irak en la provincia de Diyala. Los heridos han sido trasladados a un hospital cercano, según el mayor Abbas Timimi, del Ejército iraquí. Al Jalis y Baquba están en el llamado triángulo suní, escenario de frecuentes ataques de la insurgencia contra las tropas de EE UU y las fuerzas de seguridad iraquíes. En esa última ciudad al menos seis personas murieron ayer por la explosión de un coche bomba.
Otro ataque en Bagdad
El atentado en Al Jalis se produce un día después de que un ataque similar segara la vida de al menos 24 personas en la ciudad septentrional de Kirkuk, rica en petróleo, y donde conviven árabes, kurdos y turcomanos.
El segundo atentado, un ataque suicida con coche bomba contra una patrulla de las fuerzas del orden, se ha producido hacia las 16.15 hora local (las 14.15 en la España peninsular) en el barrio predominantemente chií de Zafaraniya en Bagdad. Al menos diez personas han muerto, ocho de ellos policías, y otras 29 han resultado heridas cuando el kamikaze, a bordo de un lujoso automóvil alemán, se ha empotrado contra un convoy formado por tres vehículos de la Policía que se había detenido en un cruce.
Dos de los coches de la patrulla se han incendiado y el tercero ha resultado dañado, así como otra docena de vehículos. El ataque ha dejado un inmenso cráter en la calle.
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