Pakistán anuncia la detención del 'número tres' de Al Qaeda

Abu Faraj Al Libi, uno de los principales lugartenientes del saudí Osama Bin Laden, líder de la red terrorista Al Qaeda, ha sido detenido en Wazirstan, cerca de la frontera de Pakistán y Afganistán, según ha informado el Gobierno paquistaní. La detención se produce en un momento en que las fuerzas estadounidenses intensifican su acoso a los restos del régimen talibán afgano, al que desalojaron del poder a finales de 2001 tras invadir el país. Según el ejército americano, sus soldados, junto con tropas afganas, han acabado hoy con al menos 20 rebeldes en la provincia de Zabul, al sur del país.

Abul Faraj Al Libi, de nacionalidad libia, está considerado como el número tresde Al Qaeda, tras el propio Bin Laden y el médico egipcio Aiman Al Zawahiri. EE UU ofrecía una recompensa de cinco millones de dólares a quien facilitara su captura. De hecho, tras su captura el presidente George W. Bush ha calificado el arresto como "una victoria esencial contra el terrorismo" y ha calificado al detenido como "una amenaza para América".

Según ha informado el ministro paquistaní de Información, Rashid Ahmed, a Al Libi se le atribuyen los dos atentados fallidos perpetrados contra el presidente de Pakistán, Pervez Musharraf en diciembre de 2003. Abul Faraj Al Libi es descrito por los medios árabes como uno de los principales líderes de la red de Al Qaeda y uno de los más cercanos lugartenientes de Bin Laden, el terrorista buscado por EE UU como responsable de los atentados del 11 de septiembre contra las Torres Gemelas y el Pentágono.

Abu Faraj fue capturado el pasado fin de semana junto a otros cinco militantes de la red terrorista cerca de la frontera con Afganistán, según ha informado el ministro, que ha calificado de "enorme éxito" la detención del libio.

20 rebeldes muertos en Afganistán

Mientras, el mando estadounidense en Afganistán ha informado de la muerte de 20 rebeldes y de un soldado afgano en un enfrentamiento producido en la provincia meridional de Zabul. Además, en la batalla resultaron heridos seis soldados estadounidenses y cinco agentes afganos.

Según ha informado el ejército estadounidense, "un afgano ha denunciado a la policía haber sido atacado por un grupo de desconocidos y les ha conducido a un lugar donde han sido atacados por individuos armados con armas ligeras. Soldados afganos y americanos que patrullaban la zona han llegado rápidamente y han respondido a los rebeldes disparando armas ligeras, con el apoyo de la aviación de la coalición". Se trata de uno de los incidentes más sangrientos desde que, al comienzo de la primavera, los rebeldes afganos intensificaran sus ataques contra las tropas multinacionales, comandadas por EE UU, desplegadas en el país.