La policía sospecha que hay 20 cadáveres más bajo los restos del tren accidentado el lunes en Japón

La policía de Amagasaki, la ciudad japonesa donde descarriló un tren de pasajeros el pasado lunes, sospecha que pueden quedar hasta 20 cadáveres bajo los restos del convoy. De confirmarse este dato el número de víctimas mortales podría ascender hasta 115 ya que hasta el momento se han recuperado 95 cuerpos del escenario del accidente. Dos vagones del tren impactaron contra un edificio de viviendas y quedaron aplastados en la planta baja del inmueble.

Además, hoy se ha establecido en 458 el número de heridos en el accidente, de los que al menos 150 se encuentran en condición grave. La mayor parte de los fallecidos murieron en el instante del choque, pues los dos vagones en que viajaban quedaron completamente destrozados contra una de las fachadas del edificio. Tras ser retirados parte de los restos del segundo vagón que formaba el convoy, los bomberos pudieron constatar que en el vagón de cabeza del tren, incrustado en el garaje del inmueble hay más cuerpos sin vida de los que se pensaba en un principio.

Al menos cinco cadáveres más han sido localizados en los fragmentos despedazados que quedan del vagón segundo y otros 14 ó 15 en el amasijo que resta del primer vehículo, indicó la policía. Los equipos de rescate han visto retrasados sus trabajos de desescombro y retirada de la carcasa del tren al haber renunciado al uso de herramientas de corte eléctrico, con las que hubieran acelerado la búsqueda. A pesar de que es casi nula la esperanza de que entre los restos del tren haya algún superviviente, los especialistas no cejan en su tarea de búsqueda de personas vivas y por eso no usan instrumentos que podrían soltar chispas en un espacio impregnado de aceite muy combustible.

Los motivos del siniestro

Por ello, para avanzar en la retirada de planchas y fragmentos de los vagones, el rescate se centró este miércoles en la utilización de herramientas hidráulicas. En cuanto a las razones del accidente, atribuido en principio al exceso de velocidad con que el convoy tomó la curva en la que descarriló, varios pasajeros que se recobran del trauma dieron hoy algunas explicaciones que podrían servir para aclarar el caso.

Los testigos han indicado que, justo antes del descarrilamiento, al tomar la curva, sintieron un brusco frenazo; otros pasajeros han añadido que en ese momento notaron que el tren se elevaba e, inmediatamente después, se produjo el choque. A juzgar por las marcas dejadas en los raíles y por estas declaraciones de los pasajeros, la policía no descarta la posibilidad de que un repentino frenazo del convoy que marchaba a mayor velocidad de la debida pudo haber producido una fuerza centrífuga en el tren que lo habría desplazado hacia arriba, provocando su descarrilamiento.