Detenido el presidente de Ecuador tras ser destituido por el Congreso
El hasta ahora vicepresidente, Alfredo Palacio, ha asumido la jefatura del país
El presidente ecuatoriano, Lucio Gutiérrez, ha sido detenido esta noche en Quito horas después de que el Congreso le destituyera en medio de la presión de decenas de miles de personas en las calles de la capital del país. El hasta ahora vicepresidente, Alfredo Palacio, ha asumido la jefatura del país y su primera medida ha sido el cierre de las fronteras para impedir la fuga precipitada de Gutiérrez.
Cientos de manifestantes se han dirigido al edificio donde se reunió el Parlamento y han golpeado a varios diputados mientras exigían que todos los legisladores que forman la Cámara renuncien. En el edificio también se encontraba el presidente designado, Alfredo Palacio, que fue respetado por los manifestantes "por su alta investidura". La turba ha forzado los servicios de seguridad, ha roto ventanas y puertas y ha buscado "de oficina en oficina" a los legisladores, a quienes amenazaron con someter a un "juicio popular".
La destitución
En una reunión muy tensa por la amenaza de enfrentamientos entre seguidores y detractores del dirigente, los diputados ecuatorianos, reunidos en un edificio contiguo al Parlamento ante la amenaza de que los manifestantes irrumpieran en la Cámara, destituyeron al presidente, Lucio Gutiérrez, y al jefe de la Cámara, Omar Quintana. Los diputados aprobaron la siguiente moción: "Declarar que el coronel Lucio Gutiérrez ha abandonado el cargo de presidente y en consecuencia deben operar los mecanismos de sucesión constitucional". Casi al mismo tiempo, el jefe de las Fuerzas Armadas, Víctor Hugo Rosero, ha anunciado que "por la patria y por la paz" retiraba su respaldo al político.
Poco después, decenas de manifestantes han ocupado las pistas del aeropuerto internacional Mariscal Sucre de Quito ante el rumor de que Gutiérrez se disponía a coger un avión para fugarse al extranjero. En medio de la confusión, la multitud ha obligado a una avioneta a dar la vuelta en dirección a la zona militar, sin que se haya informado que en ella viajara Gutiérrez.
La fiscal general en funciones, Cecilia Armas, ha iniciado hoy mismo un proceso judicial en su contra y ha decretado su arresto por haber ordenado a las Fuerzas Armadas y a la Policía que repriman las manifestaciones de miles de ciudadanos en Quito, que en las últimas horas han dejado al menos dos muertos. En el mismo auto en el que se ordena la detención de Gutiérrez, la fiscal también ha dictado el arresto de Bucaram (1996-1997), detonante de la actual crisis, que estuvo asilado ocho años en Panamá y que pudo regresar al país después de que la Corte Suprema de Justicia anulara, de forma dudosamente legal, los procesos en su contra.
Protestas
Pocas horas antes, cientos de estudiantes han vencido el cordón policial que rodea la sede del Parlamento de Ecuador, han roto las puertas del edificio y han prendido fuego a la recepción con antorchas. La policía ha lanzado gases lacrimógenos contra los jóvenes, pero no han podido controlarlos. Estos incidentes se producen mientras la capital del país, Quito, se va llenando de partidarios de Gutiérrez, después de días de marchas multitudinarias en las calles para pedir su dimisión; estos manifestantes llegan en autobús de regiones del interior del país.
Por la mañana, centenares de personas, en su mayoría estudiantes, se han tirado de nuevo a las calles banderas nacionales en ristre para exigir la renuncia de Gutiérrez. Las carreteras de acceso a Quito han sido bloqueadas —incluso en ocasiones merced a personas que se han tumbado sobre el asfalto— para evitar la llegada de los autobuses repletos de seguidores del presidente. En cualquier caso, decenas de personas, muchas de ellas indios del Amazonas, se están concentrando en la plaza conocida como Parque del Arbolito con palos y objetos contundentes y actitud agresiva. "Señor presidente, hágase dictador", gritaba una de estas personas, llegadas en los citados autobuses.
La cadena de televisión Teleamazonas ha informado de que esa gente que está llegando a la capital se está concentrando en grupos para enfrentarse a los manifestantes que piden la dimisión de Gutiérrez. La presencia policial en esa zona es mínima. Entre tanto, a las puertas del Ayuntamiento y del Palacio Presidencial se han registrado enfrentamientos verbales entre ambos bandos, aunque el fuerte dispositivo policial y militar ha logrado controlar un estallido de violencia. En medio del caos ciudadano, el transporte público no funciona y las calles están atascadas por coches que hacen sonar sus bocinas.
También el comandante general de la Policía de Ecuador, Jorge Poveda, ha presentado hoy su dimisión irrevocable tras afirmar que "no puedo ser testigo del enfrentamiento del pueblo". Poco antes, el hasta ahora vicepresidente del país, Alfredo Palacio, afirmaba que Ecuador se encuentra "en estado de coma" y ha advertido sobre la posibilidad de que haya "manos que intenten aplicar la eutanasia" —lo que ha explicado como "sacrificar al pueblo para sostener a quien no debe sostenerse"—. "Ecuador tiene una crisis realmente profunda, que se divide en dos aspectos: legalidad y legitimidad. Ninguno de los dos se solventa con el cambio de cortes (tribunales de justicia) o de la cabeza del Gobierno", ha explicado.
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