La guerrilla chechena asegura que con la muerte de Masjádov desaparece la última esperanza de paz

El asesinato del líder independentista moderado checheno, Aslán Masjádov, por fuerzas especiales rusas ayer en las cercanías de Grozni abre una nueva era llena de incógnitas en el separatismo checheno, que ahora queda en manos de dirigentes más radicales, como Shamil Basáyev, quien siempre ha asumido la responsabilidad de los ataques más cruentos contra intereses rusos, el último de ellos el secuestro en la escuela de Beslán, que se saldó con más de 300 muertos.

A esa conclusión llegan la mayoría de analistas consultados hoy por las agencias internacionales, y esa parece que va a ser la respuesta inmediata de los rebeldes a juzgar por el comunicado que ha divulgado la guerrilla a través de su página web kavkaz.org.uk. "Ha comenzado un nuevo periodo en la historia de la confrontación militar entre Rusia y Chechenia. La guerra no cesará; sólo parará cuando la amenaza del Norte [en referencia al Estado ruso] sea eliminada para siempre".

"Al asesinar a Masjádov, el Kremlin ha matado la última esperanza de aquellos chechenos que pese a todo creían en el así llamado derecho internacional y en las formas civilizadas de diálogo con el régimen terrorista de Moscú", añade el comunicado difundido por los separatistas en Internet y firmado por Movladi Udúgov, principal propagandista de la guerrilla. Con la desaparición de Masjádov la confrontación ruso-chechena ha entrado en una nueva fase, "sin negociaciones", finaliza el texto.

En paralelo a esta proclama, Shamil Basáyev ha anunciado que el saudí Abdul Halim relevará a Masjádov, en calidad de presidente en funciones y comandante del Comité Estatal de Defensa de la guerrilla. Abdul Halim era hasta ahora presidente del Tribunal Supremo Sharia (islámico) de la Chechenia separatista.

"La guerra durará decenios"

La muerte del líder independentista moderado, que fue elegido presidente de Chechenia en enero de 1997 en unos comicios legitimados por Moscú y la comunidad internacional, ha provocado todo tipo de pronósticos sobre cómo se va a desarrollar la situación en en la república norcaucásica. La desaparición de Masjádov es un "éxito de los servicios secretos" rusos y "reforzará el prestigio personal del presidente Vladímir Putin", ha opinado Serguéi Márkov, director de un centro de estudios políticos.

"En cualquier caso, la guerra durará decenios, porque ha sido liquidado el hermano menor de la coalición anti-rusa, y el mayor y más importante, el islamismo radical, no menguará, sino por el contrario se convertirá en el predominante", ha vaticinado. Según Márkov, la muerte del líder de los secesionistas hará disminuir las exigencias de Occidente sobre la necesidad de entablar negociaciones con el ala moderada de los extremistas, porque "ese ala ya no existe". Sin embargo, desde Washington el portavoz del Departamento de Estado, Richard Boucher, ha asegurado que su país mantiene la apuesta por una solución política al problema checheno.

"Masjádov era una persona relativamente moderada y con su muerte se fortalece la posición de los más radicales", ha pronosticado en cambio Mark Urnov, director de la fundación Ekspertiza. De distinta opinión es el general retirado Valeri Manílov, hasta 2001 número dos del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Rusia, quien ha afirmado que la "liquidación" de Masjádov debe darle una "nueva calidad a la lucha contra el terrorismo". "Para consolidar este éxito hay que redoblar los esfuerzos. Ahora le toca el turno a (Shamil) Basáyev", ha dicho Manílov, en referencia a la necesidad de eliminar a quien Moscú considera el "terrorista número uno".

El presidente checheno pro ruso, Alu Aljanov, ha juzgado indiferente la desaparición de Masjádov y ha dicho no tendrá un gran impacto en la situación de la república "que no depende de si Masjadov está vivo o muerto". "Era una marioneta que estaba manipulada por el terrorista Basáyev, quien le utilizó como su pancarta a la hora de llevar a cabo ataques terroristas", ha explicado Aljanov. Mientras, el fiscal general adjunto de Rusia, Nikolái Shepel, ha declarado que el cadáver del líder separatista no será entregado a sus familiares. "La legislación vigente no contempla la entrega de los cuerpos de de terroristas a los familiares para darles sepultura", ha justificado.