El principal partido chií roza la mayoría absoluta en las elecciones iraquíes

La Alianza Iraquí Unida, que agrupa a las dos principales formaciones políticas de la comunidad chií, ha ganado las elecciones celebradas en Irak el pasado 30 de enero, según los resultados definitivos hechos públicos hoy por la Comisión Electoral. La lista chií ha sumado el 48% de los sufragios, en total 4.750.205 de los 8.456.266 contabilizados sobre un censo de 14 millones de votantes.

Por detrás ha quedado la Lista Unida Kurda, que agrupa a las dos principales formaciones de esta comunidad, con 2,5 millones de votos, el 26% del total; en el Kurdistán iraquí han sido la fuerza más votada, con 1,5 millones de los poco más de 1,75 emitidos en esa zona. La candidatura del actual primer ministro, el chií laico Iyad Alaui, ha obtenido 1.168.000 votos, un 13% del total. Aunque aún no hay proyecciones oficiales a partir de estos datos, la cadena de televisión Al Arabiya ha adelantado que la lista chií podría obtener 131 escaños de los 275 de la Asamblea; los kurdos sumarían 70 asientos, y la formación de Alaui 38.

La cifra de participación oficial ronda así el 59%, aunque con una distribución muy desigual. En las provincias del sur del país, de mayoría chií, y en las tres del norte que conforman el Kurdistán iraquí, la afluencia de votantes a las urnas fue muy alta; sin embargo, en la provincia de Al Anbar, de mayoría suní, en la que se encuentran las ciudades de Ramadi y Faluya, sólo votaron 3.683 personas, merced al miedo o al llamamiento al boicot hecho por la insurgencia terroristas y por la mayoría de los partidos políticos suníes. Sin embargo, en otras áreas de mayoría suní la participación fue mayor; en la provincia de Salahedín, cuya capital es Tikrit, ciudad natal del ex presidente Sadam Husein, fue del 29%.

Las 111 listas que han concurrido a las elecciones tienen ahora tres días para presentar alegaciones e impugnar los resultados; una vez pasado este plazo y estudiadas las peticiones, se harán públicas las cifras definitivas. Entre las primeras reacciones destaca la de la Alianza Iraquí Unida, que se ha mostrado decepcionada por no haber podido lograr la mayoría absoluta, lo que le obligará a pactar; antes de los comicios se especuló sobre un posible acuerdo con la candidatura kurda, que apuntó por su parte su deseo de colocar a uno de los suyos como presidente del país. Los chiíes habían calculado que obtendrían al menos un 55% de los votos, según ha dicho hoy Sheikh Humam Hamoody, candidato en la lista encabezada por Abdul Aziz al Hakim.

La nueva Asamblea Nacional debe elegir un presidente y dos vicepresidentes, que deberán conjugar el apoyo de dos tercios de los 275 parlamentarios; estas tres personas deberán designar a su vez al primer ministro y su Gobierno, que ostentarán el poder ejecutivo y deberán obtener el respaldo de la mayoría simple de la Cámara.